Medio millar de voluntarios de Cártias de toda la región abarrotan el Buero Vallejo

Durante la jornada, se puso de manifiesto la labor que desempeñan altruistamente todos esas personas anómimas que ayudan a los que más lo necesitan, haciendo hincapié en que no son “repartidores de alimentos y ropa”, como dijo Jorge Rosell, vicepresidente de Cáritas Española, “que también lo hacemos, pero lo más importante es la acción de ayudar”–dijo– y recordó el lema de este año Construyendo espacios de esperanza, a través de las acciones de voluntariado. De a misma manera se expresó y el obispo de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara, y responsable de Cáritas en la Conferencia Episcopal, quien alentó a los voluntarios a seguir con su misión de dar testimonio de las obras y la “alegría”  del Evangelio, “acompañando a quienes se sienten marginados socialmente” y “no convertirnos en profetas de calamidades”. También recordó que han surgidos nuevas formas de pobreza y que hay que buscar nuevas soluciones.

Su homólogo en Cuenca, que asumía la dirección de Cáritas en la provincia eclesiástica de Toledo, José María Yanguas también incidió sobre la necesidad de estar cerca de los demás y no bajar la guardia.

Un invitado especial fue Joaquín García Roca, Chimo, sociólogo y teólogo,  que introdujo las claves que el Papa Francisco ha introducido sobre las personas más empobrecidas.

La periodista Paloma Gómez Borrero se encargó de moderar una mesa de experiencias de voluntarios de la región.

La jornada se ha cerrado con un almuerzo y una misa de acción de gracias en San Juan de Ávila.