Medvedev espera suscribir un documento “serio” con la UE

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: EUROPA PRESS
El presidente de la Federación Rusa, Dimitri Medvedev, espera suscribir un documento “serio” con la Unión Europea que sirva de base para la construcción de unas relaciones sólidas y estables entre las dos partes durante la cumbre que se celebrará hoy en Siberia, según manifestó ayer en una entrevista concedida a la agencia Reuters.
“Debe ser un documento serio, pero al mismo tiempo ligero, en el que se establezcan asuntos concretos. A largo plazo debería ser un marco de acuerdo en el que se expongan las posiciones básicas para su desarrollo en los próximos años”, manifestó. Medvedev señaló la cooperación política, energética y la lucha contra el crimen organizado como puntos clave de la cumbre, aunque no quiso entrar en detalles, asegurando que son asuntos del día a día.

Sin críticas
El presidente ruso reconoció a su país como un importante Estado europeo y evitó criticar a la UE por las últimas decisiones adoptadas, aunque sí indicó que los problemas de coordinación de los estados miembros se debían, en su opinión, al principio de solidaridad. “En ocasiones, el principio de solidaridad puede crear problemas de funcionamiento a los mecanismos de la UE”, reconoció Medvedev en referencia al rechazo de los irlandeses al Tratado de Lisboa.
Medvedev aseguró que Rusia y la UE mantienen buenas relaciones, a pesar de que las conversaciones entre ambas partes se han retrasado en más de 18 meses debido a las objeciones de Polonia y de Lituania. “No considero que la Unión Europeo sea un socio duro o difícil, pero es un socio que periódicamente encuentra dificultades internas”, aseguró.
Durante la cumbre, que dará inicio mañana por la tarde, se espera que ambas partes aborden las relaciones, ocasionalmente hostiles, de Rusia con las antiguas repúblicas soviéticas que ahora forman parte de la UE. Los dirigentes de la UE han mostrado en reiteradas ocasiones su preocupación por la dependencia energética del gas ruso, que supone un 25% de todo el gas que consumen los países miembros.