Mejoras en las comunicaciones y la sanidad, entre las exigencias
01/10/2010 - 09:45
Por: JAVIER LÓPEZ. GUADALAJARA
El Plan Especial Integral y Sostenido que propone La Otra Guadalajara debe servir para resolver las principales necesidades de la comarca.
Entre estas reivindicaciones, se encuentra la mejora radical de toda la red de carreteras de la comarca, de tal modo, que el tiempo para llegar a Molina desde la localidad más distante no sea superior a 25 minutos. Así mismo, se piden unas telecomunicaciones a la altura de nuestros días, instaurando la banda ancha, tan imprescindible para navegar por Internet, reformando por completo la telefonía fija y dando plena cobertura a la telefonía móvil.
Otra reivindicación es un centro sanitario de carácter comarcal, que evite los viajes a Guadalajara, que tenga las especialidades más habituales y necesarias y los medios técnicos para ejercerlas, así como dotar a la UVI móvil del suficiente equipamiento y personal. También se reclama un plan de viviendas específico destinado a incrementar la población, de tal modo, que todas las localidades, con independencia de su tamaño, adquieran el derecho a que se les subvencionen un mínimo de tres viviendas, que es lo menos que se puede establecer en el contexto de una apuesta de crecimiento. Además, esta línea de ayudas debería quedar abierta a cualquier municipio que, ocupadas las tres primeras viviendas, atrajese más pobladores.
Atraer empresarios autóctonos o llegados de fuera para que inviertan en la zona y ofrecer alternativas reales a la agricultura y al pastoreo tradicional son otras de las peticiones.
Otra reivindicación es un centro sanitario de carácter comarcal, que evite los viajes a Guadalajara, que tenga las especialidades más habituales y necesarias y los medios técnicos para ejercerlas, así como dotar a la UVI móvil del suficiente equipamiento y personal. También se reclama un plan de viviendas específico destinado a incrementar la población, de tal modo, que todas las localidades, con independencia de su tamaño, adquieran el derecho a que se les subvencionen un mínimo de tres viviendas, que es lo menos que se puede establecer en el contexto de una apuesta de crecimiento. Además, esta línea de ayudas debería quedar abierta a cualquier municipio que, ocupadas las tres primeras viviendas, atrajese más pobladores.
Atraer empresarios autóctonos o llegados de fuera para que inviertan en la zona y ofrecer alternativas reales a la agricultura y al pastoreo tradicional son otras de las peticiones.