Melchor, Gaspar y Baltasar reparten ilusión en Guadalajara

05/01/2014 - 19:48 B.P.O.

Melchor, Gaspar y Baltasar no faltaron a su cita con Guadalajara. Los Reyes tuvieron tiempo para recorrer la provincia desde sus carrozas y repartir por la noche los regalos a domicilio para que los guadalajareños, al despertar, descubrieran que sorpresa les habían preparado los Magos. Con la puntualidad esperada, Sus Majestades, acompañados por un grupo de cerca de 400 personas, comenzaron a ascender por la calle Madrid para deleite de quienes les esperaban pacientemente. La afluencia de público fue masiva, situándose sobre todo en los márgenes de la plaza Mayor y la calle Mayor.
 La Policía Local se colocó al principio del recorrido para controlar que el público se situara correctamente, preservando la seguridad de todos ellos. Y es que hay que tener en cuenta que en el desfile participaron animales, como las parejas de grandes bueyes que tiraron de las carrozas.
Después de la Policía, la Banda de Cornetas y Tambores anunciaba con música la llegada real. Tras ellos, la primera carroza, la Estrella de la Navidad, iluminaba  su paso con un intenso color azul. Después de esta carroza aparecieron las ocas, perfectamente sincronizadas gracias a la ‘batuta’ de sus pastores. Ellas fueron, junto con los Reyes y los caballos, las que más llamaron la atención de los más pequeños de la casa. Los bueyes fueron capaces de impresionar también a los mayores, teniendo en cuenta su altura y fuerza y, a la vez, su mansedumbre.
La Virgen María, a lomos de un burro, junto a San José, desfiló detrás de ellos, poco antes de que llegara la carroza con el Ángel de la Anunciación.
Un grupo de romanos y otro de jinetes a caballo desfiló detrás. Acto seguido quedó patente la llegada de Herodes que, pese a saludar victorioso desde su trono, se llevó un sonoro abucheo por parte del público.
 El primer Rey en hacer acto de presencia fue Melchor, que causó sensación entre los niños. Siguiéndole, un grupo de egipcios llamaba la atención por sus ropajes dorados.
Gaspar apareció tras ellos, a lomos de una hermosa carroza también tirada por bueyes.
Y llegó Baltasar, y con él se generó la euforia en los más pequeños, ya que éste suele ser su Mago favorito.
Su aparición coincidió con la aceleración del desfile, quizá porque empezó a chispear levemente sobre Guadalajara.
Entretanto, la música, el fuego y el acompañamiento de agrupaciones como Scouts o Gentes de Guadalajara animaron la llegada de los Reyes Magos y su corte.
Para cerrar el desfile, este año se optó por una carreza que recreaba distintos juegos tradicionales, desde los famosos Playmobil, recordando también a series actuales como Bob Esponja o a juegos como el cubo de Rubik, una bailarina, etc.
El desfile tardó poco más de una hora en llegar a la plaza de Santo Domingo. Después, cruzó por el Paseo de las Cruces para retroceder y completar la Adoración frente a San Ginés. Entonces partió hasta el Fuerte de San Francisco, donde los Reyes se despidieron de los niños para poder repartir sus regalos ya por la noche. Mañana, sus sueños se harán realidad gracias a su magia.