Miedo en los pueblos

16/12/2018 - 13:14 Pedro Villaverde Martínez

Queremos dedicar esta columna reprochando los robos, pidiendo más seguridad para los pueblos y decir algo de los efectos que el miedo suele causar. 

Recientemente la palabra miedo ha hecho su aparición en las páginas de Nueva Alcarria...  Los robos en algunos  pueblos que  no vamos a mencionar, de la zona de Sierra Ministra, porque los lectores ya los conocen, hacen que sus vecinos se muestren temerosos y molestos. Siempre se ha dicho que el miedo es libre. Algunas veces se puede tener miedo sin causa aparente, pero ese no este ser el caso, pues los robos y sus consecuencias son reales, incluso se entra en algunas casas con moradores en su interior. Nosotros queremos apoyarnos en esos sucesos para hablar tan sólo de lo que puede sentirse, cuando una situación como esta, sucede. Tampoco sabemos más que lo leído y de ahí, no obstante, queremos dedicar esta columna reprochando por supuesto esas acciones, pidiendo más seguridad para los pueblos y decir algo de los efectos que el miedo suele causar. Para ello nos valdremos una vez más de algunas citas con las que se ha definido a esa sensación que el miedo suele causar. Ya Gaspar de Aguilar dejaba dicho que “el miedo sin ser Dios suele hacer algo de la nada”. Beaumarchais  escribía que cuando “se cede al miedo del mal, se experimenta ya el mal del miedo”. Otros muchos autores escribían algo como que “El miedo es natural en el prudente y el saberlo vencer es ser valiente”. Otros también dejaron escritas frases como que “Hay mucha gente que no cree en nada pero que tiene miedo de todo” o la de “El miedo es el más peligroso de los sentimientos colectivos”. Y para no aburrir citemos a Francisco de Quevedo cuando escribía que “El valiente tiene miedo del contrario; el cobarde tiene miedo de su propio temor”. Ojala que esas sustracciones que llevan meses produciéndose cesen y la tranquilidad vuelva a campar por doquiera. Sin duda que siempre habrá amigos de lo ajeno... Por supuesto y repetimos que no pretendemos con estas líneas sino hacernos eco de lo que en este periódico ha salido y recordar aquellos juegos de la infancia en que solía haber civiles y ladrones. Sin duda  era un juego y lo que ha salido en el periódico es algo real.  El miedo es libre, y el hombre también, vivamos pues la libertad que todos tenemos respetándonos los unos a los otros.