Miles de personas se dan cita en los cementerios en el día de Todos los Santos

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: Redacción
Aunque fueron miles las personas que ayer pasaron por los cementerios de la capital y Azuqueca de Henares, la crisis no ha respetado ni el Día de Todos los Santos, haciendo que la venta de flores, que en esta fecha suele ser muy fuerte, alcanzando el 25 por ciento de los ingresos anuales de los floristas, haya descendido. La tradición de visitar a los difuntos, sin embargo, se mantiene intacta.
Miles de personas se han congregado hoy, como cada año, en el cementerio de la capital así como en el resto de los camposantos de la provincia. Padres, madres, personas mayores, viudas y viudos, familias enteras acudieron a la cita para acompañar a sus familiares difuntos, en el día de Todos los Santos.
Un día muy triste y emocionante, pues se hace más presente si cabe la ausencia de los que ya no están entre nosotros, pero al tiempo, el que más bonito luce el cementerio, pues miles de flores, entre las que predominan sin lugar a dudas las de color blanco, pueblan los rincones de todo el camposanto. Y es que durante los días previos a esta celebración se ha notado mayor afluencia de público al cementerio, personas que desean que las tumbas de sus familiares luzcan impecables de cara al 1 de noviembre, como así se pudo comprobar ayer sólo con darse un pequeño paseo por entre las lápidas, disfrutando del ambiente relajado, tranquilo y sosegado del camposanto, en su día más especial del año.
A pesar de que fueron muchos miles los que no faltaron al encuentro con sus difuntos, fueron menos que el año anterior, cuando el sol y el buen tiempo sí hizo acto de presencia. Ayer, aunque la lluvia respetó, la resaca de la humedad y el frío de los últimos días todavía se encontraba en el ambiente, lo que hizo que fuera menos masiva la entrada que registró el camposanto, aunque en todo caso ésta no fue nada desdeñable.

‘Aflora’ la crisis
La crisis, la omnipresente crisis, que por estos días parece ser la panacea y la excusa para todo, no estuvo en este caso entre las causas de la menor afluencia al cementerio, pero sí en la cantidad de flores que se vendieron en los alrededores del camposanto. Los vendedores que, como cada año, instalaron sus puestos en las inmediaciones del cementerio, aseguraron que la venta este año estaba siendo menor, y que quien antes se llevaba tres o cuatro centros de flores, este año se llevaba uno o dos, además, menos cargado de género en esta ocasión, lo que resulta más barato al bolsillo.
Las más vendidas volvieron a ser, un año más, los claveles, las margaritas, los crisantemos y las flores de plástico, de mayor duración. Como explicaba uno de los floristas más veteranos en este 1 de noviembre en el cementerio de la capital, Tomás Andrés Berg, de Floristas Clara, suelen ser las clases de flor más resistentes al agua las que más se venden, así como las que incorporan maceta, pues aguantan más tiempo.

Intensa actividad policial
La menor afluencia de personas no se tradujo en menos trabajo para la Policía Local, que se empleó a fondo en tratar de que no se produjeran problemas de tráfico, ni retenciones ni peligro para los viandantes que entraban y salían en masa del camposanto. Cuatro agentes, ubicados en distintos puntos e intersecciones alrededor del cementerio –la calle Dos de Mayo, la calle Hermanos Fernández Galiano y la avenida del Doctor Pedro Sanz Vázquez–, se encargaron en todo momento de regular el tráfico y moderar los pasos de peatones. Todos querían aparcar cerca del cementerio y eso provocó que muchos lo hicieran irreglamentariamente, aunque en este caso la Policía Local fue algo más permisiva, siempre que los vehículos estacionados no afectaran a la fluidez. Tanto los aparcamientos anejos al camposanto, como los de la estación de autobuses y el Instituto Brianda de Mendoza, así como toda la calle del Río, donde los coches utilizaron ambos sentidos e incluso las aceras, estuvieron completos durante casi toda la jornada. Y es que aunque la mayoría de los visitantes prefirieron acercarse hasta el cementerio por la mañana, no fueron pocos los que también emplearon la tarde en pasar un rato en compañía de las almas de sus familiares desaparecidos.

Homenaje a los caídos
Especialmente vistosas y cuidadas lucieron, como cada año, las lápidas ubicadas junto a las cruces por los caídos en la Guerra Civil y la de los compañeros que cayeron por defender la libertad, como reza la inscripción que identifica a esta lápida, junto a la que el PSOE celebró ayer un emotivo acto de homenaje, como viene siendo habitual cada 1 de noviembre. La presidenta de la Diputación Provincial, María Antonia Pérez León, la consejera de Cultura, Soledad Herrero, el delegado de la Junta en Guadalajara, Luis Santiago Tierraseca, así como concejales socialistas en el Ayuntamiento de la capital y familiares de difuntos, entre los que se encontraba la hija del último alcalde la República, Facundo Abad, quisieron acompañar y “honrar a los compañeros que cayeron por defender la libertad”, como dijo Pérez León. En un año especialmente emotivo, como recordó la presidenta de la Institución Provincial, tras la aprobación de la Ley de la Memoria Histórica, “aunque llevamos muchos años viniendo a honrar a nuestros compañeros, este año lo hacemos con más pundonor, con más orgullo”, pues “muchas de las tumbas cerradas van a tener por fin un rostro”, destacó. Ante un año “excepcionalmente especial, vamos a hacer que todos los compañeros estén vivos en nuestros corazones”.