Molina de Aragón vuelve a festejar su peculiar Nochebuena, gracias a una bula papal

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

El fuego calienta la noche fría de Molina, en la madrugada del 8 de diciembre.
Por: JAVIER LÓPEZ. GUADALAJARA
Sólo Mula, en Murcia, y Roma comparten este privilegio con la capital del Señorío
Un año más en el puente del Día de la Constitución y la Virgen de la Inmaculada, todos los molineses y molinesas celebraron la noche del pasado lunes, día 7, ‘su’ primera cena de Nochebuena, alrededor de las mesas familiares. Después de cenar, alrededor de la medianoche, decenas de fieles devotos se dieron cita en la iglesia de Santa María la Mayor de San Gil, donde se celebró la peculiar misa de Gallo. También, ya con la noche cayendo, subieron a lo alto del cerro Santa Lucía para encender una gran hoguera en honor a la festividad que se celebraba. Al calor acudieron numerosos grupos de personas, que no acusaron las precipitaciones que cayeron.
La tradición volvió a tener su protagonismo en el puente del Día de la Constitución y la Virgen de la Inmaculada, ya que todos los molineses y molinesas celebraron la noche del pasado lunes ‘su’ primera cena de Nochebuena. De esta manera, todos los miembros de cada familia, reunidos alrededor de la mesa para degustar sus mejores manjares, pudieron charlar animadamente entre mayores y pequeños, como si de tal acontecimiento navideño se tratase, impregnándose del espíritu que resurge cada 24 de diciembre a lo largo de todo el mundo.
Esta peculiar cena es una de las tradiciones, que data de hace más de cinco siglos y que lejos de perderse, año tras año atrae a molineses que residen durante el año en localidades y se dan cita para seguir la tradición de sus ancestro. Al igual que esta fiesta atrae año tras año a más personas que quieren celebrar dos cenas de Nochebuena, otras llegan al lugar debido al puente de la Constitución y la festividad de la Virgen de la Inmaculada.
Después de la suntuosa cena, alrededor de la medianoche, decenas de fieles devotos a la tradición se dieron cita en la iglesia de Santa María la Mayor de San Gil, en la cual se celebró la Misa de Gallo. Molina de Aragón, junto con la localidad murciana de Mula y Roma, en Italia, son las únicas tres localidades del mundo cristiano a las cuales se les otorgó el privilegio para la celebración de esta característica eucaristía a la medianoche de víspera de la Virgen de la Inmaculada. La bula correspondiente a Molina está fechada en Roma el 28 de febrero de 1518, correspondiente al sexto año de pontificado de León X, quien firmó el documento.
Otra cita que no falto la tardenoche del mismo día fue sin duda la que tuvieron en lo alto del cerro Santa Lucía, a los pies de la virgen del mismo nombre en el que se encendió una enorme hoguera. Al calor de la pira acudieron numerosos grupos de personas de todas las edades con los dulces y bebidas típicas navideñas y en la que comentaron, al calor del fuego, numerosas anécdotas y situaciones divertidas de tiempos pasados, pese a que no dejó de caer un ligero manto de aguanieve. Estas precipitaciones no impidieron la masiva afluencia de grandes y pequeños cumpliendo la tradición molinesa.
Lejos de perderse esta tradicional fiesta, es celebrada por los más jóvenes que acuden a las citas acompañados con sus mayores y participan activamente en todos los actos, tanto paganos como religiosos.