Molina en masa celebra el fin del V Centenario de la bula papal
La iglesia de San Pedro acogió un auto sacramental que hizo revivir la historia del origen de la Nochebuena molinesa.
In nocte ante festum fue el título bajo el que se ha celebrado el V Ventenario de la bula papal que concedió León X a Molina de Aragón (Guadalajara) por su devoción a la Inmaculada Concepción.
El pasado año comenzó la conmemoración de esta prerrogativa que permite a los molineses celebrar la Nochebuena cada 7 de diciembre, mientras que el resto de los mortales hemos de esperar al 24 del mismo mes. El sábado, este emotivo aniversario llegó a su fin. Y lejos de cerrar uno de los años religiosos más importantes de la localidad de cualquier manera, se puso el broche de oro a un intenso año de actividades con la celebración de un auto sacramental en la iglesia de San Pedro.
Al acto acudieron numerosos vecinos, tanto que el templo se quedó pequeño y muchos tuvieron que conformarse con disfrutar del evento de pie. El acto estuvo presidido por el obispo de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara, Atilano Rodríguez, y no faltaron el alcalde de Molina, Jesús Herranz, y otros concejales del Consistorio. Ese auto consistió en una representación que trasladó a los presentes hasta cinco siglos atrás, cuando se decidió conceder a Molina este privilegio por la devoción que demostraban por la Inmaculada Concepción.