Muere uno de los tres cipreses históricos del Palacio de la Cotilla

Uno de los tres cipreses que desde hace decenios han adornado la fachada del Palacio de la Cotilla ha dejado de existir. El equipo de gobierno de Antonio Román dejó que se secara y en los últimos días lo ha talado. Eso sí, lo ha hecho de puntillas, en silencio para que nadie se entere. Román, que acostumbra a informar a los medios de comunicación de cada uno de los pasos que da se ha olvidado, qué casualidad, de informar de la tala del ciprés de la Cotilla. Hoy son dos los cipreses que adornan la fachada y, si el Alcalde sigue sin hacerles ni caso, muy pronto será sólo uno el que se levante delante de la fachada de este emblemático edificio de la ciudad.

Este es un ejemplo más de la pasividad del equipo de gobierno con los asuntos que conforman la vida cotidiana de nuestra ciudad y en especial con el patrimonio natural. De hecho, el árbol de mayor valor ecológico e histórico de Guadalajara, la olma de Bejanque, ha sido dada por perdida por el propio concejal de Medio Ambiente. Y si seguimos así, serán el resto de parques y jardines de la ciudad los que muy pronto agonicen.