Mufasa: Una precuela innecesaria, pero entretenida
Es estos tiempos convulsos de secuelas y precuela, que diría Chat GPT, hay un comentario que se escucha a menudo: "¿Pero hace falta?"
Cada vez que salta la noticia de que Hollywood, porque suele ser Hollywood, va a scar una nueva entrega de una franquicia clásica, los fans, más que alegrarse, se echan a temblar. Es muy difícil llegar 20 años después, o más, a intentar conectar con un público que ama la película que recuerda haber visto y lo que le hizo sentir, más que la película que era y es en realidad.
Por eso y por todo el tiempo que ha pasado, resulta extraño que de reprente a Disney le diera por volver al mundo de El Rey León con una precula en la que se contara, ni más ni menos, que la historia de Mufasa. Resulta raro y puede que hasta de mal gusto, tratándose de público infantil, porque se trata de un personaje muy querido que dura poco más de 20 minutos en la película original. Después, la palma salvando al pequeño Simba y su recuerdo queda ya como una losa sobre su vástago, que hasta alucina con él cuando mira al cielo estrellado (si los leones tienen psicólogos, Simba necesitó uno).
Así que aquí estamos, llevando a nuestros niños a ver una peli que, para que nos hagamos una día, es como si estuviera protagonizada por la madre de Bambi cuando pensaba que viviría muchos años y tendría una gran familia...
Mufasa es un cachorro entrañable que vive con sus padres, unos soñadores que le meten en la cabeza ideas sobre un paraiso en la tierra en la que todo es verde y hay mucha agua. Lo que pasa es que, como suele ocurrir con los parricidas de Disney, ocurre un terrible accidente y Mufasa se queda solo en el mundo y a punto de morir. Le salva in extremis Taka, otro leoncito que está destinado a ser Rey y que quiere a toda costa un hermano para poder jugar con él. El padre de Taka se resiste a aceptar a Mufasa, pero la madre acaba intercediendo para que acepte. Eso sí, vivirá con las hembras, cazadoras. Y claro, cuando pasan los años, Mufasa ya es una máquina en todos los aspectos, mucho mejor que Taka, que lo único que ha aprendido es a ser intrigante y sibilino, porque le han educado machos. Los dos leones siguen unidos, pero la vida y el amor pondrá a prueba sus lazos.
La verdad, podría hacer un análisis de Mufasa, tanto de la película como de las decisiones artísticas que se han tomado, empezando por la de racializar a los actores que ponen voz a los leones bueno, por un lado, y a los malos y albinos por otro, pero me da pereza. Lo más importante de la película es que resulta entrentenida, a pesar de lo mucho que le cuesta entrar en materia, y que es consciente de sus debilidades, motivo por el que tira de personajes conocidos como Timón y Pumba para amenizar el relato.
No es una gran película y las canciones tampoco resutlan especialmente memorables, pero no molestan y las palomitas no se atragantan. Eso sí, prepárense para que sus hijos les estén preguntando constamente qué león es cada cuál, porque con esto de las animaciones echas por ordenador, la verdad es que resulta complicadillo en alguno momentos.
Eso sí, uno piensa en el futuro que le espera al poble león y se pregunta "¿de verdad era necesario cogerle tanto cariño ahora?".