Multitudinaria cabalgata de Reyes en Guadalajara
06/01/2015 - 12:01
Los Reyes Magos volvieron a fascinar a los niños de Guadalajara. El frío no pudo frenar a los más impacientes, que decidieron abrigarse un poco más con tal de hacerse con un buen sitio desde el que disfrutar del majestuoso desfile. Este año, la ocasión invitaba a ello. El espectacular séquito que arrastraban tras de sí sus majestades de Oriente reunía a más de 360 personas, todas ellas entregadas a la animación de tan señalada fecha y a la recreación de algunos de los pasajes más importantes de estas fiestas, desde el nacimiento, gracias a un Belén Viviente, hasta la Huída a Egipto. Por eso tampoco faltaron personajes tan importantes, y crueles, como Herodes y sus implacables legiones romanas.
El desfile arrancó pasadas las 18.00 horas desde el Alcázar, donde ya había un buen grupo de espectadores. La noche aumentó la magia del momento y poco a poco arrancó un desfile destinado a convertirse en el referente de una noche mágica
y dulce, gracias a los 1.500 kilogramos de caramelos sin gluten que se repartieron durante todo el recorrido. Los Reyes Magos y su amplio séquito recorrieron las calles Madrid y Miguel Fluiters, la plaza de los Caídos, la calle Mayor, la plaza de Santo Domingo y Paseo del Doctor Fernández Iparraguirre hasta Hernando 17, desde donde regresaron hasta la explanada de la iglesia de San Ginés.
Allí fueron recibidos por un delicado coro y por el mismísimo alcalde de la ciudad, Antonio Román, ante la atenta mirada de cientos de niños. Precisamente dos niños fueron los encargados de leer una carta a los reyes, a la que ellos respondieron con otra en la que les hicieron la inevitable pregunta: "¿Habéis sido buenos?" Una atronadora respuesta afirmativa lleno la de por sí llena Plaza de Santo Domingo. La Cabalgata de Reyes volvió a ser una amalgama de personas de las más diversas edades y procedencias. Sobria, pero elegante, los graciosos patos y su cháchara interminable se hicieron, una vez más, con los corazones de los asistentes por encima de los bueyes, caballos y burros que hicieron acto de presencia. Tampoco faltaron los dulzaineros, convenientemente vestidos para la ocasión, lo que permitió a los reyes avanzar al compás de villancicos tan universales como Ande, ande, ande y tan propios de la tierra como el Torito del Alamín.
Si a Herodes le precedían hasta soldados a caballo, los Reyes Magos no se quedaron atrás. Cada uno de ellos hizo gala de sus propias tropas, engalanadas para la ocasión con sus mejores uniformes, y en el caso de Baltasar aderezadas por una espectacular batucada. Incluso se sumaron a la fiesta otros amigos que sirvieron para hacer soñar aún más a los niños. Dora la Exploradora, Doraemon, los Playmobil, Pepa Pig y la Abeja Maya fueron algunos de los invitados sorpresa a una fiesta maravillosa que vivió sus mejores momentos en San Gines, cuando los reyes presentaron sus regalos al niño. Guadalajara cumplió un año más con una hermosa tradición que cada vez es más de todos. Aunque las previsiones hablaban de una asistencia estimada de entre 20.000 y 25.000 personas, viendo las previsiones es fácil pensar que se quedaron cortas. La ciudad se echó a la calle impulsada por la ilusión. Y con ella, los numerosos colectivos que prestaron su ayuda para conseguir que ésta fuera una noche especial: Gentes de Guadalajara, Protección Civil, Cruz Roja y Policía Local, entre otros. Todos ellos se encargaron de velar por la seguridad de los asistentes y, en el día de ayer, también ayudaron localizar al padre de un pequeño de 6 años que se había perdido.