No todos somos iguales

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Cartas al director
NURIA MANRIQUE TARAVILLO Cabanillas del Campo
Somos los padres de Rocío y Verónica, de 3 y de 6 años respectivamente, ambas sufren “epilepsia generalizada idiopatica”. Verónica sufre la enfermedad desde los 17 meses, con una minusvalía reconocida de 37%, y actualmente está escolarizada en el Colegio de Educación Infantil y Primaria Los Olivos, de Cabanillas del Campo (donde residimos y estamos empadronados), y conocen perfectamente el protocolo establecido para estos casos que pasa por llamar al 112. Rocío sufre la enfermedad desde los 7 meses, con una minusvalía reconocida del 51% y grado 3 nivel II de dependencia.

Nuestro problema se presenta cuando nuestra hija Rocío apareció como excluida en las listas de admitidos al Centro de Atención a la Infancia “los Llanos” de Cabanillas del Campo. Todos los informes médicos nos señalan la necesidad de que la niña asista a guardería como parte del tratamiento para favorecer su desarrollo psicomotor, además del derecho propio de escolarización que asiste a mi hija, pero al intentarlo en la citada guardería municipal somos rechazados. Todas las consultas hechas en el Ayuntamiento de Cabanillas nos reconocen el derecho de nuestra hija, pero siempre nos argumentan la falta de medios y trasladan el problema a la Conserjería de Salud y Bienestar Social de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. El resumen es que ni unos ni otros nos dan una solución y hemos tenido que llevar a nuestra hija a una guardería privada con el consiguiente coste económico que esto conlleva. Llevamos desde abril, más de siete meses, esperando una respuesta positiva, y desde hace más de un mes solicitamos reunirnos con el delegado de Bienestar Social y la delegada de Educación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y todavía seguimos a la espera, entendemos que están muy ocupados y este problema no revierte la suficiente importancia.
El Defensor del Menor de Castilla-La Mancha, conocedor del caso desde el 15 de Junio, y dándonos la razón desde entonces, ha requerido a ambas Administraciones la información al respecto recibiendo la negativa al envío de la citada información por parte de la Conserjería de Salud y Bienestar Social de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, como decíamos antes su volumen de trabajo no les deja tiempo para tener en cuenta estas nimiedades.
Como ciudadanos nos preguntamos si cuando los gobiernos promulgan a los cuatro vientos sus intereses sociales y su preocupación por los desfavorecidos son solo palabras huecas, sin contenido, y por supuesto sin aplicación sobre los problemas reales que padecen las personas, y como padres nos tocará seguir luchando por los derechos de nuestra hija y por sus necesidades médicas, y por el derecho de todos los que estén en la misma situación.