Notas de agenda
Una de las modalidades temáticas que durante el último siglo se viene dando entre los escritores de muchos países, han sido los llamados “diarios”.
Escritos breves, como de tipo agenda, que el autor ha ido completando cuidadosamente durante un periodo de tiempo determinado, con fecha precisa, y redactado siempre al final del día. Personas de distintos países se han interesado por esta modalidad, y han completado con paciencia y tesón diariamente, hasta tener un trabajo digno, que guardará en edición casera, con un ejemplar a lo sumo para cada hijo. Trabajo al que echará mano muy de tarde en tarde, en cualquier caso para recordar detalles olvidados. Yo estuve esperando año tras año hasta tener una edad avanzada y emprender esa tarea. Unos minutos cada noche para dejar reseña escrita de lo principal ocurrido durante el día. Ciento setenta páginas en total y una extensión de 365 reseñas en su contenido, del 21 de septiembre de 1995 al 20 del mismo mes del año siguiente. Como simple detalle echo mano de un día cualquiera, el de hoy por ejemplo, del año 96, cuyo texto es el siguiente:
“12 de mayo. Todo, excepto las condiciones atmosféricas del día, ha merecido la pena en el viaje a Cuenca para asistir a la Asamblea Anual ordinaria de la Asociación Castellano-Manchega de Escritores de Turismo. Que siento verdadera pasión por aquella ciudad en donde fui joven, no es nada nuevo; pero en viajes como el de hoy cuenta más el hecho en sí de la convivencia con personas conocidas de otros puntos de la región, que compartir inquietudes comunes, que la circunstancia, siempre entrañable de recordar paisajes, perspectivas y rincones, que fueron escenario cada día de aquel otro vivir, lejano en el tiempo, pero inolvidable de los dieciocho años”.