Nuevo reencuentro de antiguos seminaristas de la comarca de Molina de Aragón
El reencuentro de los antiguos seminaristas del Seminario Menor de Guadalajara fue un evento conmovedor que subrayó la profunda conexión que formaron durante sus años de formación
A pesar de que muchos no continuaron por el camino religioso, la amistad y los recuerdos compartidos perduran.
La idea de este reencuentro nació de un antiguo seminarista que, movido por la nostalgia, decidió reunir a sus compañeros. Su iniciativa fue recibida con entusiasmo, lo que llevó a 14 hombres a reunirse en el restaurante de la piscina de Corduente. Desde el primer saludo, la emoción fue palpable; cada abrazo y risa reflejaban los lazos inquebrantables que habían construido.
Durante la comida, los recuerdos fluyeron. Hablaron de clases de teología, actividades deportivas y momentos que marcaron sus vidas. A pesar de las diferentes trayectorias que cada uno había tomado, el respeto y la admiración mutua se hicieron evidentes. Reconocían el impacto que el seminario había tenido en su desarrollo personal, moldeando no solo sus creencias, sino también su carácter.
Entre risas y momentos emotivos, compartieron historias de éxito y desafíos, así como de sus familias y la vida que habían construido. Aunque algunos se habían distanciado de la fe, todos coincidían en la importancia de aquella etapa formativa.
Durante el encuentro, se tomó una fotografía grupal, un símbolo de su unión y el compromiso de seguir en contacto. Prometieron organizar futuros encuentros para continuar compartiendo sus vidas y recordando aquellos años de juventud.
Este reencuentro no solo celebró el pasado, sino que también reafirmó la huella imborrable que el Seminario Menor de Guadalajara dejó en sus corazones. Fue un homenaje a aquellos padres que, con amor y humildad, enviaron a sus hijos a buscar un futuro mejor, y una oportunidad para agradecer la formación que los acompañó en su camino.