Padilla y Fandi tapan un saldo ganadero
16/09/2012 - 23:57
Cinco toros de Juan Manuel Criado y uno de Carmen Lorenzo (6º bis, tras ser devuelto el tercero y correrse turno). Manuel Díaz El Cordobés (verde esperanza y oro): estocada trasera (aplausos) y en el cuarto, pinchazo y estocada (silencio). Juan José Padilla (lila y oro): estocada contraria (oreja) y en el quinto, media estocada tendida (oreja). David Fandila El Fandi (corinto y oro): pinchazo hondo y descabello (silencio) y en el sexto, gran estocada (2 orejas). Guadalajara. 3ª de la Feria de la Virgen de la Antigua. Media entrada. Presidió el festejo José de Pedro asesorado por Alfredo Ramos. Amenizó el festejo la Banda de Pastrana.
La corrida de Juan Manuel Criado casi nos dejó a los plumillas taurinos sin argumentos para la crónica. Un encierro que rayó en la línea del descastamiento, la invalidez y la flojedad. Que se lo hagan mirar los empresarios de turno, es decir la casa Matilla, que este año se han traído hasta los chiqueros de Las Cruces un saldo ganadero bajo rebajas de las dehesas.
La foto de la doble Puerta Grande de Padilla y Fandi es una veladura de maquillaje a una tarde de pobres alicientes. El toro, rey del espectáculo, ha fallado este año estrepitosamente en el ruedo porque ni llegó, ni se le esperaba. Y se lamentan luego los profesionales taurinos de las pobres entradas en las plazas.
Padilla es un ejemplo de admiración. Un héroe por coraje y raza ante el toro y ante la vida. La cornada de Zaragoza le ha borrado su habitual sonrisa pero no le ha robado ni un ápice de su amor propio.
Para mejor muestra la tarde de ayer, en que se inventó dos faenas inimaginables. En la anochecida alcarreña, Padilla fue izado a hombros después de sumar una oreja de cada toro de su lote y sobre la multitud que abarrotaba el Paseo de Las Cruces emergió como una imagen procesional de Semana Santa. Muy dispuesto se mostró desde el quite por navarras que precedió a cuatro pares de banderillas en que hubo versión al violín y al quiebro.
El animal llegó a la muleta rebrincado y pespunteó el engaño. Dos derrotes lanzó por encima del estaquillador en los remates de pecho y Padilla, lejos de temblarle el pulso, dio fiesta con desplantes de espaldas. Muy reservón se mostró el que saltó en quinto lugar y El Ciclón accedió a banderillearlo a regañadientes. El comienzo de faena sentado en el estribo tuvo sonido de compromiso y ante un auténtico marmolillo, el jerezano lo provocó y con una faena de factura propia. Con exposición, se ganó de nuevo el favor del público. Entonces, empujaron los tendidos junto a Padilla la espada y la media tendida fue suficiente.
El triunfo de Padilla espoleó el ánimo de Fandi con el sobrero de Carmen Lorenzo, que a la postre fue el astado con mayores posibilidades. Metió éste la cara por bajo y Fandi le exprimió en banderillas con cuatro pares que pusieron a la afición en pie. Ya en el último tercio se gustó el granadino en series limpias con la mano diestra y esta vez, voló la espada con contundencia cañonera. Las dos orejas, un tanto abultadas, otorgaron también a Fandi la llave de la Puerta Grande.
Inédito quedó El Cordobés. Su primero, de armónicas hechuras, se rajó muy pronto y le costaba un mundo tragarse los muletazos. Con el cuarto que embestía al paso, tuvo una entonada actuación. El pinchazo emborronó la obra.