Para el PSOE, el Eje Cultural obligará a triplicar la distancia a recorrer en el centro
La remodelación de las calles Ingeniero Mariño y Ramón y Cajal (tramo de la antigua carretera de Zaragoza que une la plaza de los Caídos con la plaza de Bejanque) supondrá que estas vías permanezcan totalmente cortadas al tráfico durante los ocho meses que durará la obra. Además, según el proyecto presentado hace unos días por el equipo de Gobierno municipal, una vez que concluyan las obras esta vía, una de las principales arterias de Guadalajara con una densidad circulatoria de 5.000 vehículos diarios, quedará limitada de forma definitiva a un solo sentido de circulación.
El viceportavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Guadalajara, Daniel Jiménez, ha puesto de manifiesto que una actuación de esta envergadura tendrá inevitablemente un fuerte impacto en el tráfico del centro de la ciudad, y también afectará a otras calles y zonas de Guadalajara: llegar desde la plaza de los Caídos hasta Bejanque obligará a recorrer distancias que triplican las actuales y se tardará hasta cinco veces más que ahora, aumentando además la saturación circulatoria que ya sufren otras calles de Guadalajara.
Lo que Jiménez considera increíble es que Román haya presentado el proyecto y haya tomado la decisión de limitar a un solo sentido la circulación en este tramo de la antigua carretera de Zaragoza sin haber estudiado alternativas para absorber el tráfico de esta vía, sin haber hablado con conductores de autobuses, taxistas y servicios de emergencias, y que, por tanto, la obra vaya a comenzar sin que el alcalde tenga ninguna solución al caos circulatorio que se puede generar.
El PSOE sí propone soluciones inmediatas
El Grupo Socialista sí propone soluciones inmediatas para paliar los problemas de tráfico y aparcamiento, que deberían estar adoptadas incluso antes de iniciarse la remodelación de las calles Ingeniero Mariño y Ramón y Cajal, ha afirmado Daniel Jiménez.
En lo que se refiere a la movilidad de vehículos en la zona, el PSOE considera necesario que se abra un nuevo vial desde la calle Doctor Creus hasta la calle Cádiz, que facilitaría la incorporación de automóviles a la calle Barcelona evitando la previsible congestión que puede producirse en la zona, especialmente en horas punta de entrada y salida de colegios. El Grupo Socialista plantea también conectar la calle Rafael de la Rica con la calle Valencia, una actuación que reconoce compleja y difícil, pero necesaria para mejorar la movilidad de los vehículos que lleguen a esa zona de la ciudad desde el túnel de Aguas Vivas.
Pérdida de plazas de aparcamiento
El edil del PSOE también ha resaltado que el proyecto va a implicar la pérdida de unas 130 plazas de aparcamiento en el entorno de Ingeniero Mariño. Sin embargo, junto a la plaza de Santa María, que va a ser totalmente peatonalizada, se va a dejar un aparcamiento de 115 plazas en superficie. Jiménez ha planteado una solución viable a ambos problemas: construir un aparcamiento subterráneo para ganar las cerca de 300 plazas que hacen falta en esa zona de la ciudad, lo que además evitaría tener un aparcamiento junto a una zona peatonal que podría dedicarse en su totalidad a actividades recreativas.
También ha calificado de incoherente que en esta actuación se vayan a utilizar materiales y elementos completamente distintos a los que se han empleado en otras obras en el centro histórico integral para el casco histórico de la ciudad que el PSOE siempre ha reclamado.
Por otra parte, el Grupo Socialista echa en falta que el proyecto de Román no incluya la recuperación de las caballerizas situadas junto al antiguo colegio Cardenal González de Mendoza, un importante conjunto arqueológico que contribuiría a realzar el valor histórico y turístico de toda la zona. Se ponen baldosas, se ponen farolas, pero las caballerizas, ¿quién las recupera y a qué precio?, ha preguntado Daniel Jiménez.
Jiménez ha concluido alertando del perjuicio que estas obras y la improvisación de Román van a causar a los comerciantes del centro de Guadalajara. Parece que el calendario de la obra está más marcado por las procesiones de Semana Santa que por las necesidades de los vecinos y comerciantes del centro, ha indicado.