Paseo por los paisajes de Guadalajara
01/10/2010 - 09:45
Por: M.J.ESTABLÉS.GUADALAJARA
Nuestra querida provincia en paisajes. Éste es el título de la colección formada por una treintena de pinturas que desde la tarde de ayer cuelgan en la sala de arte de Caja de Guadalajara. Su autor, Amador Álvarez, la concibe como la oportunidad de conocer aquellos pequeños detalles de nuestra provincia, ajenos al ojo del hombre cuando no se para a contemplar lo que hay a su alrededor.
Un grato paseo por los valles, montañas, vegas y demás paisajes que conforman esta nuestra provincia.
"No hay que salir fuera de nuestra provincia para hacer cua- dros fantásticos. Quiero demostrar la belleza que tiene la provincia y plasmarlo en un lienzo". Así resume el cometido de sus obras. Unos cuadros que son resultado del vagaje paisajístico de los últimos cinco años, pero englobados en su larga trayectoria como artista; una experiencia que se remonta 30 años atrás.
Los acrílicos son la base de su pintura. Una técnica cuya virtud es su rapidez en el secado, lo que permite al autor camuflar a tiempo aquellos colores que no se adaptan a su visión. Todo ello para conseguir que "el cuadro sea bonito y además guste a la gente. La técnica es secundaria".
Aunque de orígenes extre- meños por accidentalidad, Amador se considera guadalajareño, de ahí que sintetice en una sóla frase su sentimiento patrio "no eres de donde naces, sino de donde paces".
Su estudio de pintura en la capital es fiel testigo de su arte, que no de su "trabajo". Una afición, dice, de la que se despegará cuando "sea manco, ciego o muera", atestigua en un cierto tono tétrico.
Su próximo proyecto será exponer en Molina de Aragón antes de las fiestas patronales de agosto.Antes, tiene una cita con el público guadalajareño: una exposición que permanecerá hasta el próximo 11 de abril con un horario de visitas de 12.00 a 14.00 horas y de 19.00 a 21.00 horas, excepto los festivos.
"No hay que salir fuera de nuestra provincia para hacer cua- dros fantásticos. Quiero demostrar la belleza que tiene la provincia y plasmarlo en un lienzo". Así resume el cometido de sus obras. Unos cuadros que son resultado del vagaje paisajístico de los últimos cinco años, pero englobados en su larga trayectoria como artista; una experiencia que se remonta 30 años atrás.
Los acrílicos son la base de su pintura. Una técnica cuya virtud es su rapidez en el secado, lo que permite al autor camuflar a tiempo aquellos colores que no se adaptan a su visión. Todo ello para conseguir que "el cuadro sea bonito y además guste a la gente. La técnica es secundaria".
Aunque de orígenes extre- meños por accidentalidad, Amador se considera guadalajareño, de ahí que sintetice en una sóla frase su sentimiento patrio "no eres de donde naces, sino de donde paces".
Su estudio de pintura en la capital es fiel testigo de su arte, que no de su "trabajo". Una afición, dice, de la que se despegará cuando "sea manco, ciego o muera", atestigua en un cierto tono tétrico.
Su próximo proyecto será exponer en Molina de Aragón antes de las fiestas patronales de agosto.Antes, tiene una cita con el público guadalajareño: una exposición que permanecerá hasta el próximo 11 de abril con un horario de visitas de 12.00 a 14.00 horas y de 19.00 a 21.00 horas, excepto los festivos.