Pedro Solbes anuncia que el Estado no volverá a tener superávit hasta 2011
01/10/2010 - 09:45
Las cuentas públicas no entrarán en números rojos en los tres duros años que se avecinan, pero será gracias al excedente de la Seguridad Social, porque el frenazo económico pasará factura al Estado, que a duras penas mantendrá el equilibrio entre ingresos y gastos y no volverá a presentar superávit hasta 2011.
El vicepresidente económico Pedro Solbes informó, al término del Consejo de Ministros, que el gasto del Estado crecerá el próximo ejercicio el 5% -volcado en la inversión productiva y las partidas sociales- con un límite presupuestario de 160.158 millones de euros, y aseguró que, pese al mal comportamiento que actualmente muestra la recaudación, los ingresos aumentarán el 4,2% en 2009.
Solbes consideró enormemente exagerado calificar como crisis el momento que atraviesa la economía española. Identificó tal palabra con recesión, y recordó que, desde un punto de vista técnico, a esa situación se llega tras dos trimestres de crecimiento negativo. Estamos lejísimos de eso, aseguró y apuntó que tras el modesto avance intertrimestral del 0,3% que registró el Producto Interior Bruto entre enero y marzo, en el segundo trimestre el dato será similar, e incluso hay quien opina que puede ser mejor.
Que la Seguridad Social salve los muebles al conjunto de las administraciones públicas no quiere decir que exista transferencia de fondos, sino que la evolución de este sistema contributivo permite que las cuentas agregadas luzcan superávit equivalentes al 0,82% del PIB en 2009, del 0,70% en 2010 y del 0,80% en 2011, respectivamente.
El Estado y sus organismos autónomos tendrán cuentas equilibradas el próximo año y el siguiente, y presentarán un 0,1% de superávit al terminar el trienio, cuando la economía vuelva a crecer en el entorno de su potencial, es decir, alrededor del 3%. El excedente de la Seguridad Social será decreciente y pasará del 0,8% al 0,6% del PIB a lo largo del periodo- como consecuencia del empeoramiento del mercado de trabajo.
Junto al equilibrio al que se han comprometido las entidades locales que ahora parece más difícil de lograr, por la pérdida de ingresos que les ocasiona el pinchazo del ladrillo-, las Comunidades Autónomas presentarán superávit del 0,1% en 2011 con un importante matiz. De acuerdo con la ley, pueden incurrir en números rojos de hasta un 0,25% en los respectivos territorios, siempre que destinen los fondos a inversiones productivas.
Difícil 2008
El vicepresidente segundo presentó las primeras magnitudes del Presupuesto para 2009 con cierto adelanto respecto a otros años y sin modificar las perspectivas económicas ya corregidas el pasado abril. El Gobierno mantiene, por tanto, que el Producto Interior Bruto crecerá en el año actual el 2,3%, frente a la opinión de analistas, servicios de estudios privados y hasta instituciones internacionales, que casi cada semana están presentando revisiones a la baja de las proyecciones de crecimiento para la economía española.
Tampoco hay una nueva estimación para el saldo que las cuentas públicas presentarán este año, por más que Solbes reconoció una vez más que lógicamente se tendrá que corregir el 0,4% de superávit del Estado inicialmente previsto. Deseo que la cifra final muestre al menos una situación de equilibrio, declaró.
Con mayor convicción defendió el responsable económico la previsión de que los ingresos del Estado crezcan el 4,2% el próximo año. Es un porcentaje moderado, basado en los análisis de la Agencia Tributaria, y la mejor cifra de la que podemos disponer en este momento aseguró, y explicó que toma en consideración cierta fortaleza del IRPF y los ajustes técnicos derivado de los avances de pagos en el IVA o de la liquidación del Impuesto de Sociedades.
La recuperación, insistió Solbes, arrancará en la segunda mitad del próximo año. El vicepresidente segundo repitió que la estrategia del Ejecutivo para combatir la desaceleración pasa, a corto plazo, por un conjunto de medidas de impulso a la actividad a través del fomento del consumo. Citó la inyección de 10.000 millones de euros de este año, un programa en el que la estrella es el reintegro de 400 euros a contribuyentes del IRPF, y los 8.000 millones de 2009, que resultan de los adelantos en la devolución del Impuesto sobre el Valor Añadido y la supresión del Impuesto de Patrimonio.
Solbes consideró enormemente exagerado calificar como crisis el momento que atraviesa la economía española. Identificó tal palabra con recesión, y recordó que, desde un punto de vista técnico, a esa situación se llega tras dos trimestres de crecimiento negativo. Estamos lejísimos de eso, aseguró y apuntó que tras el modesto avance intertrimestral del 0,3% que registró el Producto Interior Bruto entre enero y marzo, en el segundo trimestre el dato será similar, e incluso hay quien opina que puede ser mejor.
Que la Seguridad Social salve los muebles al conjunto de las administraciones públicas no quiere decir que exista transferencia de fondos, sino que la evolución de este sistema contributivo permite que las cuentas agregadas luzcan superávit equivalentes al 0,82% del PIB en 2009, del 0,70% en 2010 y del 0,80% en 2011, respectivamente.
El Estado y sus organismos autónomos tendrán cuentas equilibradas el próximo año y el siguiente, y presentarán un 0,1% de superávit al terminar el trienio, cuando la economía vuelva a crecer en el entorno de su potencial, es decir, alrededor del 3%. El excedente de la Seguridad Social será decreciente y pasará del 0,8% al 0,6% del PIB a lo largo del periodo- como consecuencia del empeoramiento del mercado de trabajo.
Junto al equilibrio al que se han comprometido las entidades locales que ahora parece más difícil de lograr, por la pérdida de ingresos que les ocasiona el pinchazo del ladrillo-, las Comunidades Autónomas presentarán superávit del 0,1% en 2011 con un importante matiz. De acuerdo con la ley, pueden incurrir en números rojos de hasta un 0,25% en los respectivos territorios, siempre que destinen los fondos a inversiones productivas.
Difícil 2008
El vicepresidente segundo presentó las primeras magnitudes del Presupuesto para 2009 con cierto adelanto respecto a otros años y sin modificar las perspectivas económicas ya corregidas el pasado abril. El Gobierno mantiene, por tanto, que el Producto Interior Bruto crecerá en el año actual el 2,3%, frente a la opinión de analistas, servicios de estudios privados y hasta instituciones internacionales, que casi cada semana están presentando revisiones a la baja de las proyecciones de crecimiento para la economía española.
Tampoco hay una nueva estimación para el saldo que las cuentas públicas presentarán este año, por más que Solbes reconoció una vez más que lógicamente se tendrá que corregir el 0,4% de superávit del Estado inicialmente previsto. Deseo que la cifra final muestre al menos una situación de equilibrio, declaró.
Con mayor convicción defendió el responsable económico la previsión de que los ingresos del Estado crezcan el 4,2% el próximo año. Es un porcentaje moderado, basado en los análisis de la Agencia Tributaria, y la mejor cifra de la que podemos disponer en este momento aseguró, y explicó que toma en consideración cierta fortaleza del IRPF y los ajustes técnicos derivado de los avances de pagos en el IVA o de la liquidación del Impuesto de Sociedades.
La recuperación, insistió Solbes, arrancará en la segunda mitad del próximo año. El vicepresidente segundo repitió que la estrategia del Ejecutivo para combatir la desaceleración pasa, a corto plazo, por un conjunto de medidas de impulso a la actividad a través del fomento del consumo. Citó la inyección de 10.000 millones de euros de este año, un programa en el que la estrella es el reintegro de 400 euros a contribuyentes del IRPF, y los 8.000 millones de 2009, que resultan de los adelantos en la devolución del Impuesto sobre el Valor Añadido y la supresión del Impuesto de Patrimonio.