Presentación del libro “Lo que la mente esconde” en Molina de Aragón
El próximo 3 de agosto a las 19.00 horas se realizará la presentación en Santa María del Conde de Molina con presencia del alcalde de la localidad y diversos invitados
Gabriel Catalán nació en Alustante en 1955, de donde emigró a la edad de once años para cumplir el deseo de sus padres estudiando interno en el colegio Sagrada Familia de Sigüenza. Las siguientes emigraciones fueron a Madrid y Valencia para efectuar los estudios de Ciencias Económicas.
En Valencia conoció a su pareja, nacieron sus hijas y trabajó en la Caja de Ahorros de Valencia hasta ser trasladado a Albacete para ejercer como director de sucursal en la misma entidad hasta su prejubilación.
En julio del 2019 publicó “Indigentes”, su primera novela, con gran acogida en las diferentes presentaciones hasta que el Covid-19 las paralizó. Centrándose en la escritura de la novela “Mediterráneo, azul, blanco y negro” hasta que, en pleno confinamiento, le surgió la idea de escribir a la vez una novela históricopoliciaca. Dando como resultado “Lo que la mente esconde” que ahora presenta.
SINOPSIS
Celia desesperada por los infortunios que la perseguían en España emigró a Buenos Aires a finales del tercer cuarto del siglo XX. Pronto conoció a Hugo, un pintor que de ella se enamoró y ante su rechazo por miedo a que fuera su undécimo amante aniquilado, este le pidió conocer su vida pasada y ser él quien decidiera si el miedo a la muerte superaba al amor que le profesaba. Le habló de su viudedad en Valencia con tan solo veintiún años, de sus diez amantes incomprensiblemente asesinados, de su familia republicana de Alustante, un pueblo del Señorío de Molina de Aragón y de la familia de su difunto marido procedente de Sierra Menera, que con el hierro de sus minas emigró a la siderurgia del Puerto de Sagunto antes de la absurda guerra civil española que sesgaría tantas vidas, entre las que se encuentran las de dos tíos de Celia, uno muerto en batalla frente a la catedral de Sigüenza y el otro en el asalto de Teruel por el ejército franquista Siete años transcurridos desde el primer al décimo asesinato, todos matados de la misma manera: de tres navajazos en el corazón y con sus genitales a la intemperie. La perfección de los asesinatos y las horas en que se produjeron volvieron inoperantes a las pesquisas policiales, terminando por imputar a Celia y siendo necesaria la hipnoterapia para resolver el caso.