Presentado el libro de la historia de la Casa de Guadalajara en Madrid
06/06/2012 - 18:36
Por tradición, y a través de la historia, el pueblos español ha sido un pueblo de emigrantes. Es la primera línea de Guadalajara en la savia de Madrid, libro que recoge una parte de la historia de la emigración de los guadalajareños a Madrid, y que contiene, en sus cerca de cuatrocientas páginas, la historia de la Casa de Guadalajara en Madrid, así como de los centros culturales, recreativos y asociativos que, fundados por gentes de Guadalajara, tuvieron sede en la capital del reino.
El acto, que estuvo presidido por José Ramón Pérez Acevedo, actual presidente de la Casa de Guadalajara en Madrid, contó con la asistencia del concejal del Distrito de Centro del Ayuntamiento de Madrid, José Enrique Núñez Guijarro, así como de la Diputada por Guadalajara, Magdalena Valerio quien, concluida la sesión en el Congreso de los Diputados, no quiso perderse el acto, porque es la Casa de todos los que llevamos a Guadalajara dentro de nosotros y como representante de Guadalajara en Madrid, tenía la obligación de estar hoy con las gentes de Guadalajara en Madrid, expresó en sus palabras.
Abrió el acto el presidente de la Casa, dando cuenta en breves palabras del significado del acto, definiendo el momento como uno de los acontecimientos esperados por el centro, la recopilación de su historia, remontándose a los comienzos del siglo XX para señalar cómo, en los orígenes, tres concejales del Ayuntamiento de Madrid, naturales de la provincia, habían sido de alguna manera promotores, e integrantes, del primer Centro Alcarreño conocido en la capital de España, y que abrió sus puertas el 14 de junio de 1933 en pleno corazón de Madrid, en la calle Mayor.
Fue el preliminar de la intervención del concejal del Distrito de Centro del Ayuntamiento de Madrid, José Enrique Núñez Guijarro, originario de Miedes de Atienza, quien relató su relación con la Casa de Guadalajara a través de su padre, socio de la Casa en su fundación.
Tuvo palabras de agradecimiento al autor y al promotor de la obra, Tomás Gismera y Francisco Javier Blánquez, respectivamente, antes de destacar el decisivo apoyo que desde el Ayuntamiento de Madrid, como así es, se trata de dar a los centros y casas regionales ubicadas en la capital de España, la mayoría de ellas, casualmente, en su distrito: las casas regionales señaló- son necesarias para que quienes en su día salieron de sus localidades de origen, puedan continuar manteniendo el vínculo con su tierra natal.
Habló a continuación la Diputada por Guadalajara en el Congreso de los Diputados Magdalena Valerio para recordar la labor que tradicionalmente, y a lo largo de su historia, han ido desarrollando los centros y casas regionales en cualquier parte de España, destacando el importante papel desempeñado por la Casa de Guadalajara en Madrid desde sus remotos orígenes hasta la actualidad promocionando a la provincia, trabajando por su cultura y, lo que es más importante, sirviendo de puente para ejercer de anfitriona a cuantas personas visitan la provincia, recordando que en la Casa de Guadalajara funciona una oficina de información turística a través de la que se genera un importante flujo de visitantes.
Luis Monje Ciruelo, prologista de la obra y socio fundador en su día de la Casa de Guadalajara en su refundación de 1961, añadió a la tarde las jugosas anécdotas de sus tiempos de periodista en la capital de España, y posteriormente en Guadalajara, con sus traslados profesionales a Madrid, recordando sus continuos pasos por la Casa, porque era el consulado de la provincia en Madrid, y era casi obligatorio pasar por la Casa, porque era la Casa. Añadió a su intervención las anécdotas vividas a lo largo de más de cuarenta años con personajes como Francisco Layna Serrano o el premio Nobel, Camilo José Cela, leer este libro me ha hecho rejuvenecer cuarenta años, señaló.
Como un orgullo personal, para él y su familia, definió Francisco Javier Blánquez Alcalde, socio de la Casa y promotor de la obra, a través de las empresas Autoescuelas Gala y Loterías el Rey de Oros, el haber podido contribuir a que la Casa de Guadalajara en Madrid tuviese su historia escrita en un libro y más en uno como el presente, añadió. La obra presentada, incluida dentro de la colección Guadamadrid, editada por la Casa de Guadalajara, con formato y extensión especial, sorprendió por la cantidad de datos aportados y la calidad de su diseño editorial.
Hizo un recorrido a través de la historia de la emigración de los naturales de Guadalajara, no sólo a Madrid, también a otros puntos de España y principalmente a países iberoamericanos, el autor de la obra, el atencino Tomás Gismera Velasco, para señalar la importancia que tuvieron los centros y casas regionales como medio de integración y unión entre los emigrantes, aportando datos de cómo estos surgieron en aquellos países iberoamericanos, para llegar posteriormente a diversas ciudades españolas, se vieron como algo necesario, tanto para la integración, como para la asistencia, ya que los centros regionales ejercieron como centros culturales, asistenciales en sus orígenes.
A través de una profunda labor de investigación, se ha logrado reunir en la obra todos y cada uno de los centros fundados por guadalajareños en Madrid, la ciudad que llegó a albergar a más naturales de la provincia, que la propia provincia. Señaló el autor la dureza que supuso la masiva emigración rural a las grandes ciudades donde en la mayoría de las ocasiones no tenía nada que ver la vida que les habían contado, con la auténtica realidad, señaló que era un trabajo para el estudio de los sociólogos, las condiciones de vida de los emigrantes a los que causaría asombro el numeroso número de fallecimientos por suicidio que se producen en los últimos años del siglo XIX y comienzos del XX, ante el desarraigo de la tierra natal, el fracaso en la desconocida, y el no poder afrontar el retorno.
Todos los intervinientes señalaron la importancia de la Casa de Guadalajara en Madrid, la necesidad de su permanencia, como integradora y difusora de la cultura de Guadalajara pocas entidades de este tipo han llegado a los 80 años de edad, con una actividad continuada, señaló su Presidente.
El salón central de la Casa de Guadalajara se encontraba totalmente repleto de asociados que no quisieron perder la oportunidad de conocer su propia historia.
Entre los asistentes se encontraban igualmente representantes de las Casas y Centros Regionales en Madrid, así como de diversas instituciones culturales con amplia representación en la capital, entre las que destacó la presencia de Angel Manuel García, Presidente de la Fundación Villa y Corte. El acto fue igualmente retransmitido a través de la emisora de radio de las propias casas regionales.
A la conclusión, todos los asistentes fueron obsequiados con un ejemplar de la obra, que será distribuida de forma gratuita a todos los socios y colaboradores de la Casa de Guadalajara en Madrid, así como a las diversas instituciones culturales y bibliotecas provinciales.