
Primera ola de calor y máximo riesgo de incendios forestales
Desde este sábado, y hasta el próximo miércoles- al menos-, tendrá lugar la primera ola de calor del recién estrenado verano caracterizada por las altas temperaturas.
Ello significa que no debemos realizar ejercicio físico al aire libre en determinadas franjas horarias, estar hidratados... y ser conscientes del peligro al que están expuestos nuestros montes, el impresionante, valioso y bello patrimonio natural que atesoramos. Evitar los incendios forestales es una tarea de todos. En primer lugar de las administraciones públicas competentes, en este caso el Gobierno regional que para la campaña de este año invertirá 116 millones y dispondrá un equipo humano de 500 profesionales, además de maquinaría y hasta 26 torres de vigilancia para dar la voz de alarma y actuar ante cualquier conato. El trabajo preventivo es clave, también la respuesta eficaz, rápida y coordinada siguiendo los protocolos establecidos. Lo fácil es desplazar medios a la zona afectada, lo complicado que actúen bien organizados y para ello existen cursos y simulacros como el celebrado en La Mierla esta semana, que ponen de manifiesto que estamos preparados ante la eventualidad de posibles incendios forestales. Los fuegos de verano se apagan en invierno, dice un dicho, pero también hay que hacerlo cuando no ha sido posible evitarlo con las tareas preventivas. Cada euro destinado a cuidar nuestra naturaleza es una de las mejores inversiones que se pueden realizar, sin olvidar que un incendio también pone en peligro la vida de las personas, tanto de quienes participan en las tareas de control y extinción como de la ciudadanía.
Estamos casi en julio, a punto de empezar los dos meses de mayor riesgo y aquí es vital la acción humana. Por desgracia hasta un 25% de los fuegos son intencionados- delito execrable a condenar con contundencia desde la ley- pero muchos también se deben a descuidos en el monte por residuos que se dejan, cristales que se convierten en la peor de las armas, cigarrillos que prenden, imprudencias que parecen inofensivas por ser una pequeña acción pero que son el detonante de algo que puede ser muy grave. Por eso hoy, en periodo de máxima alerta, hay que incidir en el mensaje de precaución, responsabilidad y atención al sentido común que debe imperar en cada uno de los que disfrutemos del aire puro y la belleza de los montes estos días.