Procesión y dulces, en el concurrido San Blas cabanillero

03/02/2018 - 16:40 Redacción

Cientos de vecinos y vecinas han participado este sábado en los actos religiosos de la Fiesta de San Blas en Cabanillas del Campo, en una jornada más concurrida que en años anteriores, probablemente debido a la celebración de este 3 de febrero en jornada sabatina. El sol ayudó también a templar la fría mañana, y al final resultó un día agradable para estar en la calle.

La mañana amaneció fresca y se fue templando con el paso de las horas. Comenzó a las 11:00 en punto con un pasacalles de la Banda de Cabanillas por distintos rincones de la localidad (Casa de la Cultura, Plaza del Lavadero, Plaza de los Rosales, Glorieta Mariano Pozo y Plaza de la Iglesia), hasta cerrarse a las 12 del mediodía, en las puertas de la Iglesia de San Pedro y San Pablo, para dar inicio al desfile procesional.

En la procesión, la imagen de San Blas, ornada con flores, fue sacada en andas sobre carroza por los parroquianos del municipio, y recorrió las calles del centro de la localidad en el trayecto habitual de estos desfiles procesionales del municipio: calles Alférez Verda, Juan Rhodes y del Muro, para regresar de nuevo por Juan Rhodes hasta volver a la Iglesia. La procesión fue amenizada por la Banda de Música, y a la salida y la entrada de la imagen en el templo se interpretaron unos compases del himno nacional de España.

A los actos religiosos acudieron numerosas autoridades y cargos públicos de distintas administraciones, encabezados por el alcalde, José García Salinas y el presidente de la Diputación de Guadalajara, Jose Manuel Latre Rebled, quien quiso acompañar a los cabanilleros en esta ocasión. Se pudo ver también a varios parlamentarios nacionales y regionales, a diputados provinciales, a diferentes cargos públicos de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y a muchos de los concejales y concejalas de la corporación cabanillera.

La misa solemne fue concelebrada por varios sacerdotes, y cantada por el Coro Parroquial de Cabanillas, y se prolongó por espacio de unos tres cuartos de hora, antes de que los vecinos y vecinas se dirigieran a la Casa de la Culta, donde se procedería al tradicional reparto de limonada y dulces de San Blas, que preparan cada año las socias de la Asociación de Mujeres de la localidad.