Profesores de Guadalajara denuncian siete casos de violencia en las aulas

26/12/2015 - 19:50 Beatriz Pariente


El informe del Defensor del Profesor de Castilla-La Mancha del Sindicato Independiente ANPE revela datos que invitan a la reflexión respecto a la situación de algunos docentes en las aulas.
El Defensor del Profesor es un servicio pionero puesto en marcha por ANPE en el año 2005, como primera medida de apoyo “ante la indefensión del profesorado y como llamada de atención sobre el problema de la violencia escolar”, indican. Marta Nuño, coordinadora del Defensor del Profesor de Castilla-La Mancha, matiza que se trata de “un servicio de atención inmediata, porque en la mayoría de casos los docentes están bastante angustiados, abierto a afiliados o no y gratuito”.
En la región, durante el pasado curso, se atendieron 53 casos, de los cuales 7 correspondieron a Guadalajara; 14 a Toledo, 4 a Ciudad Real; 10 a Albacete; 5 a Cuenca y otros 4 sin especificación de provincia. Los conflictos se han dividido en tres grandes tipos: los relacionados con los alumnos, los más comunes, los que parten de problemas vinculados a los padres, que han experimentado un crecimiento, y los conflictos que surgen en la relación con la dirección y/o administración, con los propios compañeros o entre alumnos. En este último caso Nuño quiso resaltar que han detectado un mayor número de llamadas de docentes que consultaban si uno de sus alumnos estaba siendo objeto o no de acoso escolar. El primer tipo de conflictos se desarrolla sobre todo en Secundaria, Formación Profesional, FP básica o escuelas de adultos.
En este caso se producen “amenazas al profesor, insultos, presiones, desobediencia e, incluso, agresiones”, indica la coordinadora. En cuanto a los que tienen que ver con los padres, éstos se repiten más en Infantil y Primaria en forma de presiones para la modificación de calificaciones, amenazas, insultos y, también, agresiones. El tercer tipo de conflictos se produce en menor medida y siendo los propios alumnos los que presentan conductas agresivas contra otros compañeros de clase.
Ciberacoso
De los 53 casos registrados, en 21 ha influido como agravante “el ciberacoso, para amenazar, insultar, faltar al respeto a través de whastapp, correos, vídeos, etc”, cuenta Nuño.
“Por ejemplo, en los grupos de whastapp que tienen los padres de alumnos, que ahora es muy común, en un momento dado los utilizan para poner en evidencia al profesor”, agrega. Teniendo en cuenta esta situación desde ANPE exigen el desarrollo de la Ley de Autoridad del Profesorado y el replanteamiento y revisión de la Unidad de Atención al Profesorado (UAP), puesto que no consideran que esté funcionando correctamente. Asimismo, plantean la reactivación del Observatorio de la Convivencia nacional y autonómico; la puesta en marcha de campañas de imagen positivas sobre la labor docente y el reconocimiento de los mismos.