Rondas y zambombas se dan cita en Atanzón

La pequeña villa de Atanzón, inmersa en el largo letargo al que sucumben durante el duro y frío invierno meseteño, amaneció el pasado sábado con la ilusión de volver a reunir a rondas, agrupaciones y simpatizantes del folclore musical navideño más tradicional de nuestra provincia.
 El certamen atanzonero, Cantos de la Alcarria en Navidad, cumplía en esta ocasión su XVI edición, lo que le supone ser el segundo encuentro de villancicos más antiguo de los que se llevan a cabo en Guadalajara. A las 17.30 horas las distintas formaciones se concentraron a la entrada de la localidad alcarreña. Todos fueron desfilando hacia la plaza Mayor, encabezados por el grupo de la escuela de dulzaina del Palacio de la Cotilla y de varios miembros del pueblo serrano de Cantalojas, fácilmente reconocibles por el sonido de sus cencerros.
 La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, a la llegada de las rondas, se encontraba llena de un público expectante por poder volver a disfrutar de una jornada llena de sonidos navideños populares. Tras un saludo de bienvenida a todos los asistentes por parte del párroco, las jóvenes atanzoneras conductoras del evento, Carmen y Raquel, presentaron a la pregonera navideña de este año, Rosa María Romera, responsable publicitaria de la cadena SER en Guadalajara.
 Inmediatamente después, fue el turno de dar paso a la ronda de Azuqueca, la cual fue la primera de las siete que conformaban el cartel. Tras ella lo hicieron la ronda de Cantalojas, el grupo Cantiga Folk, la ronda de Sigüenza, la rondalla del Palacio de la Cotilla y la ronda de Tórtola. Todas interpretaron dos villancicos de estilo libre, bien en unos casos de la tierra, bien en otros tomados de otras regiones.
 Por último, para cerrar las actuaciones musicales, hicieron su aparición por el pasillo central de la iglesia los casi 40 miembros que componen la Real Zambombada de Atanzón. Ataviados con sus blusones de melero, sus boinas y sus capas y sobreros negros, se fueron colocando ordenadamente sobre los escalones del altar. Además de sus 17 zambombas, cabe destacar la gran variedad de instrumentos que utilizan como la pandereta, huesos, cascabeles, triángulo, botellas, almireces, tapaderas, llaves, sartén, alpargatas...; con los que armoniosamente tocaron los dos villancicos que tenían preparados para la ocasión: La Manuela y Nochebuena. A todas las rondas, al terminar su actuación, se las obsequió con un recuerdo conmemorativo y un jamón. Al evento, invitados por el Ayuntamiento, acudieron el vicepresidente de Diputación, Rafael Esteban, así como los ediles de los cercanos pueblos de Valdegrudas y de Aldeanueva.
 Posteriormente, ya en la plaza Mayor, los cánticos navideños que todavía resonaban en el ambiente se mezclaron con los sabores más tradicionales de la gastronomía de estas tierras. Un buen caldo, migas castellanas, chorizos y vino fueron repartidos por la organización entre todos los presentes que, en contra de las previsiones, pudieron disfrutar de una agradable tarde-noche, donde otra vez el sonido de las dulzainas animó a todos a continuar la fiesta.
 De nuevo, los Cantos de la Alcarria han subido un peldaño más dentro de su larga carrera por consolidarse como uno de los certámenes navideños más reconocidos en la provincia, sobre todo si tenemos en cuenta los escasos medios y ayudas con los que cuenta la organización, lo cual le otorga aún más mérito.