Rosario Narro: “La igualdad es la mejor herramienta para erradicar la violencia de género”

28/11/2016 - 10:29 D.Pizarro

La directora provincial del Instituto de la Mujer insta a denunciar “para que se pongan en marcha los aparatos de protección”

Dificultad y satisfacción al mismo tiempo. Porque ayudar a una mujer víctima de violencia de género no es fácil, pero cuando se la saca de esa situación no importa todo el esfuerzo dedicado a ello. Es como se siente la directora del Instituto de la Mujer de Guadalajara, Rosario Narro, cuando realiza su trabajo. Habla de ello con compromiso y emoción, pero sabe que queda mucho camino por recorrer. Y quiere que por el vayan las mujeres, pero también los hombres. “Les pedimos que asuman esta responsabilidad de trabajar conjuntamente para prevenir y erradicar las formas de violencia de género”. Para Narro es “imprescindible” que denuncien a los agresores y rechacen el maltrato.
    En octubre cumplió un año como directora del Instituto de la Mujer de Guadalajara. ¿Cómo ha sido este tiempo?
    Ha sido un año muy duro, muy intenso, de mucho trabajo y esfuerzo. Pero también de mucha ilusión por trabajar y reactivar las políticas de igualdad en esta región. También por poder trabajar por erradicar la violencia de género en la provincia. Lo cierto es que a veces tienes que pasar y vivir situaciones muy duras, porque ver determinadas historias es duro. Pero por otro lado, eso mismo a veces te reconforta y te da satisfacción al solucionar pequeños problemas. Porque en el fondo no puedes acabar con el gran problema que hay.
    ¿Cómo trabaja el Instituto? ¿De qué forma se acercan las mujeres a vosotros? 
    Acabar con la violencia de género en cualquiera de sus múltiples manifestaciones es un objetivo prioritario del Instituto de la Mujer  de Castilla-La Mancha y el Gobierno regional. Los servicios provinciales del Instituto de la Mujer son un punto de coordinación de todas las órdenes de protección. A través de todos esos recursos nos llegan las situaciones de violencia. Toda la sociedad sabe, o ha de ser consciente, de que la violencia de género no es más que fruto de la desigualdad estructural que hay. Por ello, una de las prioridades del Instituto es trabajar contra la violencia de género y también visibilizar sus distintas formas. No sólo la que se produce dentro de la pareja, sino otras como la trata, la mutilación genital femenina o los matrimonios forzados. Nuestra línea de actuación es trabajar en protección de las víctimas y de sus hijos, por otro lado, abordar o trabajar en el origen del problema, que es esa desigualdad estructural que existe todavía. Desde luego, trabajar por la igualdad es la mejor herramienta para erradicar la violencia de género. Por otro lado, contamos con una estrategia de prevención y concienciación. Es fundamental no sólo atender o proteger a las víctimas, sino prevenir, algo que hacemos con una estrategia de campañas, muchas de ellas en periodos vacacionales. Porque el número de casos de violencia de género aumenta en estos periodos. 
    ¿En qué consisten estas campañas? ¿A quiénes van dirigidas? 
    En las que hemos llevado a cabo este año hemos tratado de abordar todos los ámbitos, como el lenguaje no sexista, algo que en algunos sectores se critica por duplicar el lenguaje. Pero lo que no se nombra no se ve, y lo que no se ve no existe. También el año pasado hicimos el video de Las mil caras de la violencia para dar visibilidad a múltiples formas de violencia de género. Porque la trata es una de las formas más aberrantes de violencia de género y va asociada a la prostitución. Y a veces no se tiene conciencia de que eso es violencia de género. Aquí mismo, en Guadalajara, existen más de 14 clubes y pisos donde se ejerce la prostitución. Por eso hemos destinado mensajes para los jóvenes, porque van a ser los consumidores de la prostitución. Este verano también hemos llevado a cabo una campaña muy potente en España sobre la violación en cita. Hemos vuelto a trabajar entre los jóvenes la prevención y los mensajes de alerta.
    ¿Qué papel juegan los hombres en la lucha contra el maltrato?
    Necesitamos hombres igualitarios que vayan de la mano con nosotras en la lucha contra la violencia de género. Si no, será muy difícil.
    ¿Qué está fallando en nuestra sociedad para que continúe esta lacra, cuando esta generación está siendo educada en igualdad de género?
    Ése es un tema que preocupa especialmente al Instituto de la Mujer. Hay estudios demoledores que demuestran que en estos últimos años hay mayor tolerancia hacia la violencia de género. De alguna manera, la respuesta es detectar situaciones que son violencia, así como las excusas de que esas acciones de control o celos es un gran amor de la pareja. Preocupa que las jóvenes estén normalizando esas conductas machistas y peligrosas. Desde luego, algo está fallando en nuestra sociedad. Y uno de los pilares en los que se tienen que dar cambios es en la educación. Es fundamental educar desde edades más tempranas. Sería importante rescatar materias como Educación para la Ciudadanía o asignaturas sobre cuestiones afectivo-sexual. De cualquier forma, nosotros estamos interviniendo en espacios de educación con la ESO o Bachillerato para sensibilizarles. Pero las nuevas tecnologías también hacen que desconozcamos las nuevas formas de violencia. Pero tenemos que seguir trabajando y hacer que nuestros hijos e hijas aprendan desde edades tempranas a convivir y aceptar la diversidad y los valores de diversidad y educación en igualdad.
    ¿A qué nos referimos cuando hablamos de igualdad real?
    La igualdad real y efectiva es que una mujer no tenga mayores dificultades, por ejemplo, para acceder a espacios de toma de decisiones. Realmente, en estos tiempos no vamos a pensar que una mujer no tenga preparación para acceder a ellos. También tenemos problemas de corresponsabilidad, como nos gusta decir en lugar de conciliación. Porque al final es la mujer la que acaba conciliando. Nos acabamos haciendo cargo de las tareas de cuidado de nuestros mayores, de nuestros hijos, tenemos que salir fuera a trabajar... Acabamos también haciéndonos cargo de las tareas de la casa. Y eso son impedimentos que hacen los famosos techos de cristal. En cuanto a los salarios, las mujeres están percibiendo un 30  por ciento menos por el mismo trabajo.  
    ¿Se acaban denunciando las situaciones de discriminación en las empresas, por ejemplo, tras una baja de maternidad?
    Afortunadamente, cada vez se va denunciando  más. Muchas veces, como en el tema de la violencia, las mujeres tienen miedo a denunciar porque no se sienten arropadas o acompañadas o porque desconocen los recursos. Algunas veces, sus testimonios son puestos en duda. O piensan que al final no se les va a creer y van a pasar por una situación dura o agónica. Pero se va denunciando  más, concretamente en Guadalajara, aunque cuesta mucho porque las empresas son un lobby muy potente. 
    ¿En qué consiste el convenio firmado con la Inspección de Trabajo?
    Tiene que ver con el acoso y las situaciones de discriminación en las empresas. Tenemos áreas laborales en todos los centros de la mujer en colaboración con la Inspección, y es una de nuestras líneas fundamentales. Porque precisamente queremos reforzar esa situación, que se sientan tranquilas, acompañadas y tengan un conducto para poder denunciar.
    Volviendo a la violencia de género. ¿Sigue costando que la víctima denuncie el maltrato? 
    Es un trabajo muy duro y cuesta muchísimo, en numerosas ocasiones, que la víctima denuncie. Por numerosas razones que he dicho antes: miedo, falta de recursos, porque lo desconocen, se sienten desprotegidas, son revictimizadas... Pero desde luego es fundamental seguir trabajando en que denuncien. Es la mejor manera de que se pongan en marcha los aparatos que hay para su protección. 
    ¿Qué protocolo desarrolláis contra la violencia de género?
    Tenemos tres líneas fundamentales: protección a las víctimas y a sus hijas e hijos. También, atacando en su origen la desigualdad estructural que existe, por lo que estamos fomentando políticas de igualdad. Y la estrategia fundamental es la prevención y sensibilización a través de las campañas. 
    ¿Qué le diría a una víctima?
    Pues que también se puede transmitir un mensaje en positivo. Es muy duro, muy difícil, pero se sale. Si se trabaja se sale. Porque hay muchas que lo han conseguido.