“Rossy de Palma, Anna Simón, Pilar Rubio o Edurne ya se han calzado mis zapatos”

13/03/2012 - 12:40 S.J.

Dibujar era su pasión, por eso los márgenes de sus libros nunca estaban en blanco. Y los zapatos de tacón, su sueño. Tal vez por ello, un día se presentó en el colegio calzando tacones. “Mi madre me reservó unos que ya no usaba para estar por casa”, recuerda divertida. Es Esther Calvo, una de las diseñadoras de calzado revelación de la moda española. Hasta los 18 años estudio en el colegio Niña María de la capital, donde ha crecido y tiene a su familia. Después marchó a Madrid, donde estudió Diseño de Moda y Estilismo, en la Escuela Goymar. Al terminar sus estudios en Madrid, se marchó a la localidad alicantina de Elda, cuna del calzado por excelencia, donde finalizó una Diplomatura en Diseño y Tecnología del Calzado y Marroquinería.
Por donde va, actúa como gran embajadora de Guadalajara. “Me encanta mi colegio, su panteón con el paseo de cipreses, su claustro, el patio con la fuente de los peces, el antiguo salón de actos, sus pasillos”, rememora mientras disfruta  repasando “el encanto” que asegura rodea al centro. Bucenado en los años infantiles, señala que “seguro que todavía alguna profesora conserva algún dibujo mío”. Su talento pronto fue descubierto por las grandes cadenas textiles. En 2002 comenzó a trabajar para el grupo Inditex, diseñando para Zara, Woman, Massimo Dutti y Stradivarius. Posteriormente fue fichada por Blanco, convirtiéndose en su única diseñadora de calzado, y posteriormente comenzó a diseñar también bolsos. Sfera fue su siguiente destino, en 2007, donde asumió el diseño de calzado de señora y niño.
“Los zapatos de firmas comerciales son pensados para multitudes, por lo que tienes más limitaciones a la hora de diseñar”, asegura Esther Calvo; “tienes que pensar en la tendencia actual, en la comodidad, en el precio..., hay que jugar con muchas cosas para que se vendan fácilmente”. Tras esta estapa, en 2010 Esther dio el salto definitivo, el sueño de cualquier diseñador, y creó su propia marca de zapatos, Esther Calma. “Ahora creo lo que quiero; hacer zapatos más exclusivos te permite hacer cosas más difíciles, extravagantes, llamativas..., todo tiene su público”, explica presa del entusiasmo casi infantil que aún hoy siente por su trabajo. En apenas dos años, Esther ha sido capaz de poner cola de caballo a los zapatos, convertirlos en un sexy corsé y, lo que es más difícil, conseguir que algunas conocidas mujeres se suban a estos tacones de vértigo que llevan su firma. “Estoy muy contenta porque grandes personajes como Rossy de Plama, Soraya Arnelas, Edurne, Pilar Rubio, mi querida Anna Simón, Cristina Rodríguez y Natalia de O.T. se han calzado los Esther Calma”, indica la diseñadora. Son sólo un puñado de las muchas mujeres que se han dejado seducir por estos diseños llenos de glamour y encanto. “Todas los lucen como a mí me gusta, con poderío, con mucha seguridad”, explica Esther, “me encantan las mujeres tan seguras de sí mismas.”. Por eso, la diseñadora guadalajareña no duda cuando le pedimos que elija un modelo de zapatos para la mujer actualmente más relevante de nuestra comunidad, María Dolores de Cospedal. “Es una mujer joven y atractiva, con potencial”, indica. “Veo que es femenina, cuida los detalles, elegante y neutra. Yo le pondría los zapatos de Mi primera colección, camel con una gran flor en beige [una de las fotografías de la parte inferior]”.
Los zapatos de Esther se han convertido en ocasiones en toda una obra de arte, una pieza para coleccionistas. En 2006 ganó el Primer Premio Internacional Lápiz de Oro, con un zapato inspirado en un gato. Ese diseño está expuesto actualmente en el Museo del Calzado de Elda, junto con otro diseño de la joven guadalajareña, que evoca una bruja. Su buen hacer la han llevado también a trabajar con los grandes de la moda española. Sus zapatos acompañaron a Maya Hansen en su debut en Cibeles Fashion Week, donde presentó su colección Knotted. Este mismo mes, Maya Hansen ha participado en Mercedes-Benz Fashion Week y de nuevo ha elegido los zapatos Esther Calma para acompañar sus diseños. En esta ocasión, Esther ha optado por zapatos lujosos, decorados con piezas de Swarovski. La carrera de Esther es imparable; tal vez por ello cada vez son más las mujeres que optan por calzarse sus diseños. Actualmente se venden en la tienda Lily Blossom, en la madrileña calle de Claudio Coello. “Son zapatos exclusivos de edición limitada”, cuenta Esther. “El precio ronda entre los 150 y los 250 euros”.
El camino que hay que recorrer para que unos zapatos lleguen al escaparate de una tienda es largo. “Los zapatos pasan por muchos años”, indica Esther. El diseño emerge de su cabeza y esa idea la plasma en una ficha donde especifica todos los detalles para el fabricante. Después un modelista patrona el zapato, en una acción similar a la que se sigue con las prendas de ropa. Se corta y se monta con máquinas especiales. Algunas piezas como las plantas, el piso o el tacón se encargan a otras fábricas especializadas en la producción de este tipo de artículos. Lo mismo se hace en el caso de las pieles y los adornos. “Cuando la muestra ya está terminada, se revisa en el pie y se corrigen posibles errores”, precisa Esther. Después se repite la muestra y se prepara para la producción. Posteriormente se inicia el proceso de distribución de los zapatos. “Depende de la colección, pero mínimo y con pequeñas cantidades son 2 o 3 meses desde el primer paso hasta el último”, indica Esther Calvo.
A pesar de los triunfos que cada día en mayor magnitud acompañan su trabajo, Esther continúa apostando por el valor de los placeres sencillos. “Me gusta estar en Guadalajara, me relaja pasear con mi perra, ir de tapeo y juntarme con mis amigas del colegio para ponernos al día”, señala orgullosa de sus raíces. Con un prometedor futuro en el mundo de la moda, asegura que le “gusta España para vivir y trabajar”. Y aunque reconoce la dificultad del momento que atravesamos, confía en que “nos recuperaremos”. Espera, eso sí, en poder vender sus zapatos fuera de España. “Ya hay clientas que los reclaman”, pero pretende seguir formando parte de la moda española. “Tenemos mucho que ofrecer”.