San Roque para la reflexión

14/08/2020 - 18:30 Redacción

 Hay demasiada gente sobre todo en los pueblos más grandes. Muchos vecinos  y autoridades políticas están preocupados y asustados por tal vorágine. 

 A las puertas de los días más festivos en la provincia nos encontramos  que en las calles de nuestros pueblos no sonará la música de la verbena o  la charanga de la peña ni se disfrutarán de las sueltas de reses o los múltiples juegos para niños y mayores. Las fiestas están suspendidas en su totalidad y tan solo se celebrarán algunos actos religiosos como misas, la principal al aire libre este sábado, en honor a la Virgen de la Peña, en Brihuega, y por muchos lugares al patrón, San Roque, santo protector de la peste y de todo mal, incluido el Covid-19, que nos lleva a implorar su intermediación por la curación de esta pandemia y a la reflexión  sobre el  momento, en pleno aumento de contagios y conductas irresponsables principalmente de  jóvenes que disfrutan del ocio de estas fechas relajando las conductas prudentes de sobra conocidas. No es momento para la alarma porque sabemos que en parte el incremento de positivos se debe a la realización de más pruebas, existe control sobre los brotes- si bien requieren de la colaboración ciudadana-  la situación sanitaria es tranquila aunque haya alguna hospitalización más y se siguen adoptando medidas como las aprobadas por el Gobierno regional dirigidas al ocio nocturno o las vendimias, la puesta en marcha de los protocolos de rastreo al detectarse un positivo o el cierre, por ejemplo, de dos restaurantes estos días por detectar el caso positivo de un trabajador, así como la suspensión de actividades programadas o la clausura de instalaciones públicas por igual causa o por prevención. Pero tampoco es tiempo para obviar la evidencia del crecimiento de casos en una tendencia de claro ascenso en toda España por mucho que estemos por debajo de la media nacional en incidencia, la aparición de contagios, de nuevo, en  residencias de ancianos y el riesgo que implica la concentración de numerosas personas en casi todas las localidades de la provincia pues han sido muchos los que han optado por ir a ellas renunciando a viajes más lejanos, siendo también lugar elegido para excursiones de fin de semana. Hay demasiada gente sobre todo en los pueblos más grandes. Muchos vecinos  y autoridades políticas están preocupados y asustados por tal vorágine y resulta por ello más imprescindible todavía observar las distancias de seguridad, el buen uso de la mascarilla y la higiene en nuestros hábitos. En juego está la salud de todos e iniciar en septiembre una recuperación social y económica o un fatal retroceso.