Sarkozy excluye a España de la cumbre mundial contra la crisis

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Nicolás Sarkozy, afirmó que en la cumbre internacional para la reforma del sistema financiero deberían participar los miembros del G8 y los del G5, que agrupa a las principales economías emergentes (México, Brasil, China, India, y Sudáfrica).
El primer ministro británico, Gordon Brown, que se ha convertido en inesperado líder mundial contra la crisis, prometió el pasado día 16 que el presidente del Gobierno español sí estaría en esa reunión. A renglón seguido, Rodríguez Zapatero manifestó que España debía estar en esa cumbre. En una comparecencia ante el Parlamento Europeo, Nicolás Sarkozy se mostró partidario de celebrar antes de la cumbre una reunión preparatoria con los socios de la UE, pero insistió en que “lo más simple” sería articular la cumbre en torno al G8, que reúne a las siete economías más industrializadas (EEUU, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Canadá) y a Rusia.
El presidente francés reconoció que todavía no hay acuerdo sobre la lista de invitados y explicó en todo caso que antes de la conferencia internacional convocará una reunión de los líderes europeos para prepararla y lograr que “Europa hable con una sola voz y pueda hacerse oír”. El objetivo de la UE en esta cumbre internacional debería ser, a juicio de Sarkozy, “aportar la idea de una refundación del capitalismo internacional”. “Lo que ha pasado es la traición de los valores del capitalismo, no el cuestionamiento de la economía de mercado”, aseguró.
La refundación del capitalismo pasa, según el presidente francés, por hacer que “ninguna institución financiera pueda trabajar sin estar sometida a una regulación financiera” y por prohibir a los bancos que hayan recibido fondos públicos operar en paraísos fiscales. Sarkozy reclamó de nuevo que las reglas contables no contribuyan a agravar la situación que viven las empresas, y que se modifique el sistema monetario internacional. Sarkozy resaltó ante los eurodiputados que el “gigantesco” plan de rescate bancario pactado por los países de la UE la semana pasada, que cifró en 1,8 billones de euros, “ha tenido éxito en calmar los mercados” y ha servido de inspiración para modificar el plan adoptado en Estados Unidos, que en su versión inicial “no funcionó”.

Fondos soberanos
Por otro lado y como respuesta al auge de los fondos soberanos de los países emergentes, y con el objetivo de poder dar una respuesta más coordinada a la actual crisis, el presidente francés ha sugerido a la UE la creación de unos fondos soberanos europeos. La propuesta del presidente francés se produce después de las últimas inversiones realizadas por fondos soberanos de países emergentes en empresas occidentales, aprovechando la ‘rebaja de precios’, y la necesidad de liquidez, provocada por la crisis.

Ayer mismo, el Gobierno español confirmó que su plan anticrisis necesita del ahorro de países de Oriente Medio y Asia para salir adelante, por lo que ha ofrecido a autoridades árabes y asiáticas la compra de deuda pública española.En este contexto Sarkozy considera apropiado que los países de la Unión Europea creen sus propios fondos soberanos y los coordinen entre sí para invertir en las empresas comunitarias y evitar que caigan en manos de capital extranjero en un momento en que su cotización bursátil se encuentra en mínimos históricos a causa de la crisis financiera. “No me gustaría que los ciudadanos europeos dentro de unos meses se despierten descubriendo que las empresas europeas pertenecen a capitales no europeos que hayan comprado al precio más bajo en las bolsas y que se queden con la propiedad”, aseguró Sarkozy ante el pleno del Parlamento Europeo, solicitando una una reflexión sobre la oportunidad de crear fondos soberanos que puedan dar una respuesta industrial a la crisis.

Europa unida
El presidente francés insistió en que Europa debe encontrar una respuesta unida frente a la crisis económica al igual que lo ha hecho para afrontar la crisis financiera, aunque admitió que sobre esta cuestión hay “desacuerdos” entre los Estados miembros. “Europa debe plantear una respuesta unida y una respuesta que no debe ser inocente frente a la competencia de las otras grandes regiones del mundo. Nuestro deber es que en Europa podamos seguir construyendo aviones, barcos, trenes y coches, porque Europa necesita una industria fuerte”, explicó.

En este contexto Sarkozy se refirió al préstamo a bajo interés de 25.000 millones de dólares que la administración estadounidense pretende conceder para salvar de la quiebra a sus fabricantes de coches. En su opinión, no se puede dejar a la industria automovilística europea en situación de distorsión grave de la competencia frente a sus rivales americanos sin plantearse políticas sectoriales europeas para defender a esta industria.