Pilar Zudaire, titulada en Risoterapia: “Si tu boca sonríe, tu corazón y tu cabeza se lo creen, y es lo mejor que hay contra la tristeza”

11/08/2020 - 11:29 Raquel López

El aspecto físico se puede entrenar y el estado de ánimo y la actitud también  

El periodo de confinamiento ha sido un tiempo de reflexión para todos, mucho tiempo para pensar, situaciones dramáticas e incertidumbre. El Covid-19 ha dejado a mucha gente sin empleo y en el peor de los casos ha causado la pérdida de seres queridos.  Todo esto ha ido afectando a nuestra salud mental, tanto que según el avance de datos del último estudio Paneuropeo de la  Fundación AXA un 30% de los españoles dice que su estado de ánimo es ‘malo’ o ‘muy malo’; frente al 8% previo a la pandemia.  Estrés, ansiedad, miedo, angustia... son algunos de los sentimientos que empiezan a florecer. Para intenetar hacerlos desaparecer encontramos talleres de risoterapia y yoga de la risa. Pilar Zudaire es una de las monitoras en  la localidad de Guadalajara, licenciada en Sociología por la UCM, graduada en Psicología por la UNED y titulada en Risoterapia. Nueva Alcarria ha tenido la suerte de poder contactar con ella  y obtener más información sobre estos ‘atípicos’ talleres. 
  

¿Qué es la risoterapia? 

La risoterapia es un complemento terapeútico en el entorno de la salud. Es decir, personas que están en tratamiento o que necesitan un poco de buen humor o positividad, es recomendable que acudan a algún taller. Pero  alguien con un  trastorno diagnosticado debería ir primero al  psicólogo, a sesiones clínicas individuales. La risoterapia proviene de la psicología positiva que nace después de la Segunda Guerra Mundial. En  ese momento los psicólogos estaban centrados en evaluar las patologías, las enfermedades mentales. Pero a la par empieza a surgir una corriente humanista que trabaja las fortalezas  del ser humano para llegar a la felicidad. Eso va sentando el precedente de la risoterapia, van reconociendo los beneficios de las emociones positivas que ayudan a alcanzar el bienestar. No cura en sí misma, es un complemento, relaciona salud y emociones positivas.  El dolor no se puede evitar pero el sufrimiento se puede controlar.

 

Entonces, ¿es lo mismo que el yoga de la risa? 

No, el yoga de la risa mezcla estiramientos y respiraciones del yoga con la risa. Y es una dinámica que inicia el Dr. Madan Kataria en 1995, de hecho crea distintos ‘clubs de la risa’ por todo el mundo. Es una de las técnicas que utilizo también en los talleres. 

 

 Al leerlo cualquiera puede pensar que es algo así como quedar con amigos para reírse o ir a escuchar chistes, pero ¿en qué consiste realmente una clase de risoterapia? 

Primero empezamos con un calentamiento porque se va a activar todo el cuerpo, toda la energía. Se van calentando los músculos, porque al reirnos, en cada carcajada movilizamos 400 músculos, no solo de la cara, no hay ninguna máquina de gimnasio que consiga eso. Luego empezamos con las dinámicas. La risoterapia se puede abordar de dos formas, de fuera a dentro, mediante ejercicios, juegos, chistes. Y también de dentro a fuera, psicológicamente, mediante estrategias y habilidades que nos ayudan a percibir e interaccionar los acontecimientos cotidianos de la vida con una actitud más alegre y feliz para nosotros. La risa es como las olas, va y viene, nadie está durante la hora y media  de la sesión riendo sin parar. Pero no paramos de generar endorfinas, las hormonas de la felicidad, por eso al acabar te encuentras lleno de energía y con una sensación de placer increíble. Luego acabamos con relajación, ejercicios de respiración y masajes. Durante la clase se llega a una activación muy alta, al reir no solo se mueven muchos músculos, sino que la respiración se acelera, igual que el ritmo cardiaco. Por eso hay que intentar volver a las pulsaciones habituales, al equilibrio, para volver a casa ‘guay’. 

 

Se sabe que el físico se puede entrenar, pero ¿el estado de ánimo también? ¿Se puede entrenar el buen humor? 

Claro, en el taller te lo pasas genial en ese momento, te ríes mucho, pero ¿luego qué pasa? Por eso en las sesiones poco a poco intentamos cambiar la actitud. Si yo pienso en positivo las emociones que me van a venir son positivas y mi conducta y mi manera de actuar también va a ser más positiva. Porque todo va en un círculo, pienso-siento-actúo. La risa es una actitud, una forma de ver el mundo, dejarnos llevar por el optimismo y la positividad, conectar con nuestra parte más amable de nuestro ser e impregnarlo de entusiasmo. También se puede entender como el deporte, hay que practicarlo, si tú nunca corres un día te puedes pegar una paliza a correr. Pero si tu corres todos los días un poco llegará un momento en el que no suponga ningún esfuerzo para ti. Todos tenemos como ‘dormido’ el músculo de la risa, está más o menos debajo del ombligo, es el motor que arrancar. Cuanto más lo activas más fácil es luego reírte a diario, es cuestión de hábito. A mí por ejemplo me sale la risa sola, me río por cualquier cosa. 

 

¿Y da igual que sea una risa forzada? 

Sí, el cerebro no distingue entre la risa artificial o simulada de la real. En los talleres podemos empezar forzando la risa, porque hay gente que le cuesta más. Normalmente se consigue desde una tos falsa también.Pero aunque sea simulada desde ese momento el cerebro ya está segregando endorfinas, y al final acaba saliendo la risa espontánea. El gesto de la boca le transmite al cerebro que estás feliz, no lo distingue. Cuando tu boca sonríe tu corazón y tu cerebro se lo creen, y es lo mejor que hay contra la tristeza.

 

¿Qué beneficios tiene la Risoterapia para la salud? 

Tiene muchísimos: te libera de estrés, te separa de las preocupaciones, reduce la ansiedad, te genera una actitud más positiva, recuperas energía, te conectas con tu interior, fomenta la creatividad... Además a nivel físico aumenta la oxigenación celular, mejora el ritmo cardiaco, fortalece el corazón.... y algo muy importante ahora mismo, previene problemas de salud, porque aumenta las defensas del sistema inmune, activa las células T que combaten los gérmenes. 

 

¿A qué público van destinados los talleres? 

Mis colectivos son todo adultos, pero hay motivos. Con niños no hago Risoterapia porque ellos se ríen solos, no necesitan que les animen. Ojalá todos fuésemos niños, de hecho, en las sesiones intentamos sacar el niño que todos llevamos dentro. Se suelen reír unas cien veces al día, pero eso se va perdiendo según cumplimos años. Por otro lado, con adolescentes tampoco hago talleres porque  el concepto de ‘risa’ que ellos tienen es distinto al de los adultos, es decir, no les hacen gracia las mismas cosas a los adolescentes y a los adultos. Es una etapa distinta, están en una transición de niños a adultos.

 

¿Por qué son grupales las clases? ¿Son grupos pequeños o grandes? 
Son en grupo por algo muy importante, el  ser humano tiene lo que llamamos neuronas espejo, el motivo de que realmente la risa es contagiosa. Cuando alguien empieza a reirse en el grupo lo más seguro es que todo el mundo continúe riéndose. La gente normalmente no se conoce, es verdad que se pueden apuntar grupos de amigos, aunque no es lo habitual. Pero después de las sesiones se crea un vínculo entre todos. Respecto al número de personas, yo antes del confinamiento tenía grupos de 20 personas, ahora por temas de seguridad y salud están limitados a 10 personas. 

 

Para todo aquel que quiera probar, ¿cuándo son los próximos talleres? 
Un viernes de cada mes voy a impartir “Risoterapia, Yoga de la Risa y Entrenamiento en Humor Positivo” en el Rincón Lento a partir del 4 de septiembre. De 19h a 20:30h. Y luego voy a realizar otro taller cuatro lunes seguidos en el Centro Cultural Ibercaja, el 14, 21 y 28 de septiembre y 5 de octubre de 19h a 20:30h. Este se llama “Transformación y Crecimiento Personal y Emocional a través de la Risa”. En este se van a tocar más las emociones, desde la ira y el miedo a la tristeza, todo más enfocado a la situación traumática que hemos vivido. Habrá práctica, pero también daré unas pinceladas teóricas . Una dinámica habitual es soltar los pensamientos negativos, eso no se puede acumular, dicen que ‘la pena contada es pena aliviada’. Cuando tú pones las cosas negativas en común y ves que los demás también tienen ‘problemas’ no te sientes tan ‘raro’, por decirlo de alguna forma. 

 

¿Cómo se hace la inscripción a los talleres? 
Al del Centro Cultural Ibercaja (Calle Dr. Fleming, 2) hay que apuntarse por internet, llevan ellos el control del aforo y el acceso. En el Rincón Lento (Calle Marqués de Santillana, 13)  se pueden apuntar allí mismo o a través de la página de Facebook rieteGUada o el correo electrónico rieteguada@gmail.com 

 

Durante el confinamiento, ¿realizó algún ejercicio que utilice en los talleres? ¿Impartió alguna clase online? 

En Facebook fui poniendo ejercicios para que realizasen mis alumnos porque el taller que estaba impartiendo en marzo se quedó a medias. Además en GuadaTV estuve dando ‘píldoras’ que yo llamo, pequeños consejos para llevarlo mejor. Desde hacer deporte, escuchar música o comer chocolate, a dinámicas que hacer en familia por ejemplo. Además creo que todos hemos aprendido mucho de esta situación, la resiliencia, nos hemos tenido que reconventir, que rehacernos a nosotros mismos.

 

¿Y de forma personal realizabas algún ejercicio? 
Sí, por ejemplo, hay un ejercicio muy fácil que es ponerte delante del espejo y hacerte muecas. Pero como ya te he dicho antes, mi motor de la risa se activa solo.  

 

Respecto a las medidas de seguridad, ¿cómo se han adaptado los talleres? 
Los talleres ahora se realizan en grupos más reducidos, de 10 personas, además de que se respetará la medida de seguridad entre los asistentes y será obligatorio llevar mascarilla para asistir, que con mascarilla también te puedes reir.