Sigüenza: El castillo, la catedral, El Doncel, la ciudad de la piedra que nos habla de su historia


La catedral-fortaleza es una de las más bonitas y singulares de España, a la vez que me atrevería a denominar como 'la catedral del silencio y de la paz' que conmemora su 850 aniversario. 

En el año 1945 siendo un niño de ocho años de edad fui por primera vez a Sigüenza acompañando a mi abuelo José Gallego, farmacéutico de Jadraque, mi pueblo natal. Desde entonces comencé a admirar la belleza de la ciudad y a sentir por ella un gran afecto. Recuerdo que visitamos a Gerardo Relaño en su “botica”  de la calle Serrano Sanz y después entramos en la Catedral. Al contemplar sus seculares muros sentí  una gran impresión, dentro de ella parecía escucharse el silencio y me entretuve viendo las obras de restauración que se habían iniciado en 1941 para reparar los graves daños que la habían producido los bombardeos de la Guerra Civil.

Sigüenza , la sinigual ciudad castellana, la tierra que Ortega y Gasset (1883-1955) recorrió el año 1915 , “la ciudad de los tonos rosa y cárdeno” según el prestigioso filosofo; “la ciudad del  silencio y la luna “, que así la llamó Alfredo Juderías (1910-1991); “la Sigüenza de piedra florida” en versos de Francisco Vaquerizo; “la ciudad del reposo” denominación de Juan Antonio Martínez Gómez Gordo (1924-2013) ; “Sigüenza es una ciudad bellísima donde las piedras …..invitan a conversar sobre ella” en la prosa de María Antonia Velasco; Sigüenza que para  Antonio Herrera Casado debe figurar “en el reducido catalogo de los más bellos conjuntos urbanos de toda Europa”.

Sobre Sigüenza se ha escrito mucho y si tengo la osadía de hacerlo yo ahora es  por el cariño que la tengo y por el orgullo que siento de haber nacido en un pueblo cercano, de su partido judicial  y que desde su reconquista ha pertenecido a su diócesis eclesiástica.

Una Sigüenza de origen Arevalo, nombre que según escribe Eusebio Monge Molinero (1928-2018)  en su libro “Topónimos de la provincia de Guadalajara” (1993), procede de la palabra celta SESGOS, que significa “victoria”, latinizado en Segontia; Manuel Fernández Galiano (1918-1988) nos dice  que significa “la dominadora”, “la que manda sobre el valle” y la historia nos informa de que ya figuraba como ciudad celtibera el año 195 a.de.C , en el siglo I Plinio “el viejo” (23-79) en su Naturalis Historia (escrita del 77 al 79)  ya habla de la ciudad de Sigüenza, que fue tomada por los romanos en el 133 a. de C. y por los árabes el año 713, siendo reconquistada por el obispo aquitano don Bernardo de Agén (1080-1152) el 22 de enero de 1124 festividad de San Vicente.

 

Una ciudad que inició el 19 de junio de este año el 850 aniversario de consagración de su Catedral bajo la advocación de Santa María la Mayor, obra que en su actual emplazamiento comenzó don Bernardo de Agén en 1124 , en un cerrete situado en la parte S. de la ciudad, continuándola los obispos don Pedro de Leucata (1152-1156), don Cerebruno (1156-1166) y don Joscelino Adelida (1168-1174) que fue quien la consagró una vez construidas la capilla mayor y la cabecera del templo, celebrando la primera misa el 19 de junio de 1169. La construcción de la catedral duró varios siglos, aunque el edificio se dio por terminado en el siglo XV y en él se fueron sucediendo diversos estilos arquitectónicos: el románico inicial de su fabrica, el gótico que es el mas dominante, el plateresco, detalles del mudéjar, el manierista y el renacentista del pórtico de la puerta del Mercado (Ashby), encontrándose  en su interior retablos marmóreos, pinturas, frescos, murales, tapices, imágenes, reliquias y enterramientos (entre ellos 31 ex obispos de Sigüenza) de gran valor histórico y monumental.

Una catedral-fortaleza de las más bonitas y singulares de España a la que me atrevería a denominar como “la catedral del silencio y de la paz”, que en este 850 aniversario de su consagración ha recibido el cariño de sus vecinos, cuando el 29 de septiembre del pasado año,  1.500 personas con las manos entrelazadas la abrazaron, rodeando los más de 400 ms que mide el perímetro de sus muros.

El Papa Francisco ha declarado año jubilar desde el 19 de junio de 2018, a la misma fecha de 2019 y ya son miles las personas que se han acercado a ella a ganar el jubileo y hacer el camino “iter jubilaris” que el cabildo catedralicio con su deán, mi  buen amigo Jesús de las Heras, ha elegido para visitar  los lugares más cercanos al origen de la  catedral, declarada basílica por el Papa Pío XII (1876-1958) el 30 de mayo de 1948, siendo obispo don Luis Alonso Muñoyerro (1944-1950) y monumento histórico en 1931.

El recorrido comienza por el Crismón, esculpido en el dintel de la torre del Gallo, junto a la puerta del Mercado, donde en un circulo de 0,50X0, 50 están grabadas las palabras de Cristo en griego y la fecha en el calendario Juliano de consagración de la catedral, que corresponde al 1169 de la era cristiana  y que es el epígrafe más antiguo que se encuentra en ella. Se sigue hacia el sepulcro del Obispo don Bernardo de Agén (1121-1152), octavo obispo de los 95, que incluido el actual don Atilano Rodríguez, ha tenido la sede episcopal, el primero documentado fue Protegenes (589-610) que se encuentra el sepulcro realizado por Martín de Sande (1499) y retocado por Luis Usarte (1579), entre la Capilla de Mercedarios y el Sagrario, antes había estado en la capilla de San Agustín hasta su traslado en 1598 a su actual emplazamiento.

El Altar Mayor, al fondo de la Capilla Mayor, está rodeado por el retablo que encargó el obispo franciscano Mateo de Burgos (1606-1611) a los escultores Pompeo Leoni  (1533-1608) y Giraldo de Merlo (1574-1620) en 1608, aunque el primero de ellos murió antes del inicio de la obra, de estilo manierista.

Otro lugar unido al origen de la catedral es el relicario de Santa Librada, (s.I a. de C.), virgen con una interesante leyenda, nacida de un parto de novelizas (eran nueve hermanas), reliquias que al parecer trajo también a Sigüenza don Bernardo de Agén. Las reliquias se guardan en una urna desde el 15 de julio de 1537, fecha en que se terminó el altar plateresco ordenado hacer por el obispo don Fadrique de Portugal (1512-1532) y realizado por Alonso de Covarrubias en 1515.

Y también la imagen de Santa María la Mayor, patrona de la ciudad, de origen románico, de madera de ciprés, traída a Sigüenza por don Bernardo de Agén. Se dice que el obispo guerrero la llevaba en sus intervenciones frente a los árabes. La imagen tiene en la espalda una cavidad para guardar el viático. El emplazamiento primero fue la Capilla Mayor, de donde procede el nombre popular que se la da “Virgen de la Mayor”. En 1313 el obispo Simón Girón de Cisneros (1299-1326) mandó revestirla de plata, lo que la dotó de una presencia más gótica. En el lado derecho de su rostro tiene una marca, consecuencia de de un golpe que la dio con un sable un soldado francés durante la guerra de la Independencia (1808-1814).

Pero la catedral de Sigüenza es más. Sería interminable relatar todo lo que ella encierra en historia y monumentos en sus cerca de 9.000 m/2 de superficie que mide la parcela que ocupa. No puedo dejar de reseñar el sepulcro de don Martín Vázquez de Arce(realizado entre 1486 y 1504), uno de los monumentos funerarios más bellos del mundo de autor anónimo, la Sacristía de las Cabezas (1532-1563 ) con 304 grandes y más de 2.000 pequeñas distribuidas en diversos motivos de la misma, diseñada por Alonso de Covarrubias (1488-1570), destacando entre los ejecutores de la obra Francisco de Baeza, Nicolás de  Durango y el  seguntino Martín de Vandoma que fue quien la concluyó(fallecido en  1578). 

Fuera en la parte urbana otras maravillas, la Iglesia de San Vicente, el Castillo de los Obispos ( Parador Nacional desde 1972) y las Travesañas del siglo XII ; la Casa del Doncel (S.XV), la Plaza Mayor, el Monasterio de las Ursulinas y el Monasterio de Santa María de los Huertos (Convento de Santa Clara) del siglo XVI, la Alameda (S.XIX)…

  Todo ello hace de Sigüenza uno de los lugares más bellos e interesantes que se pueden encontrar y del que todos los guadalajareños debemos sentirnos orgullosos.