Silencio y emoción en Atocha por las 192 víctimas del 11-M
01/10/2010 - 09:45
El silencio y la emoción fueron los sentimientos más palpables ayer en la celebración en Atocha del cuarto aniversario de los atentados del 11-M, acto que presidieron don Juan Carlos y doña Sofía, y al que asistieron diversas autoridades y familiares de las 192 víctimas que perdieron la vida y de los miles de heridos. Minutos antes del mediodía, los Reyes acudieron a la Plaza de Carlos V y entraron al interior del monumento junto con el presidente y la vicepresidenta del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y María Teresa Fernández de la Vega.
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón; la presidenta del Tribunal Constitucional, Emilia Casas; el presidente del Consejo General del Poder Judicial, Francisco José Hernando, y el presidente del Congreso, Manuel Marín, también estuvieron presentes en el acto.
A las 12.00 horas la comitiva salió y se encaminó a la 'posición de honor' situada frente el monumento por un pasillo habilitado a tal efecto que dividía en dos la zona en la que se situaban autoridades del Gobierno y representantes políticos. A uno y otro lado se colocaron varios miembros del Ejecutivo nacional como los ministros en funciones de Administraciones Públicas, Elena Salgado, de Defensa, José Antonio Alonso, de Fomento, Magdalena Álvarez, y de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.
Además, también estuvieron presentes en la tribuna de autoridades la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, junto al líder del PP, Mariano Rajoy, y al portavoz popular en el Congreso, Eduardo Zaplana, así como varios miembros del Gobierno autonómico como los consejeros de Transportes e Infraestructuras, Manuel Lamela; de Sanidad, Juan José Güemes; o de Presidencia e Interior, Francisco Granados.
Zapatero y Rajoy no se saludan
En el momento en el que Zapatero cruzaba el pasillo y pasaba junto al líder del PP, éste se encontraba de espaldas, con lo que no hubo saludo entre ellos. Rajoy se giró para mirar hacia el monumento, cuando Aguirre se situó a su lado y la comitiva de autoridades ya se encontraba en la 'posición de honor'. Era la primera vez que coincidían tras las elecciones generales del domingo.
Minutos después, los Reyes depositaron una corona de flores y laurel a los pies del monumento, para lo que familiares de las víctimas del terrorismo se pusieron de pie. Nada más terminar la ofrenda floral, los Reyes volvieron a la alfombra azul de las autoridades, y se colocaron entre Zapatero y Marín. En ese momento se inició el minuto de silencio de homenaje.
Entre los presentes se encontraban asimismo el líder del PSM, Tomás Gómez; el portavoz socialista en el Ayuntamiento, David Lucas; el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares; los portavoces de los tres partidos en la Asamblea de Madrid, Antonio Beteta (PP), Maru Menéndez (PSOE) e Inés Sabanés (IU), además de varios concejales de la capital como Concepción Dancausa, Miguel Ángel Villanueva, Juan Bravo y Manuel Cobo.
También se encontraban entre el público el ex alcalde de Madrid José María Álvarez del Manzano; varios secretarios de Estado como Trinidad Jiménez, Fernando Moraleda y Antonio Camacho; alcaldes de diversos municipios del Corredor del Henares y del sur de la región como Enrique Cascallana o Pedro Castro; y diplomáticos de Latinoamérica, Europa y Estados Unidos, así como el representante de la Santa Sede en Madrid.
Los presidentes de la Cámara de Comercio de Madrid, Salvador Santos Campano, y de CEIM, Arturo Fernández, junto con los rectores de algunas universidades madrileñas cerraban el elenco de autoridades.
Tras el minuto de silencio, los coros de la Capilla Real de Cataluña y de la Capilla Real de Madrid, al que pertenece la mujer de Zapatero, Sonsoles Espinosa, interpretaron 'Da pacen domine' del compositor estonio Arvo Part, dirigidos por Jordi Savall.
Ambas formaciones musicales se presentaron voluntariamente para interpretar este himno a la paz en el homenaje, en un evento que fue íntegramente organizado por Casa Real y al que acudieron varios centenares de curiosos que fueron vigilados de cerca en todo momento por un fuerte despliegue policial que cercó la plaza y cerró los accesos de Metro.
Antes de que comenzara el homenaje, mientras el medio centenar de periodistas que acudieron a cubrir el acto se situaba en la tarima colocada a tal efecto frente al monumento, Ruiz-Gallardón se acercó al coro y saludó al director de éste y besó a la mujer de Zapatero.
El acto concluyó pasados doce minutos del mediodía con un aplauso espontáneo de los presentes, tras lo cual la comitiva pasó junto a los representantes políticos para abandonar Atocha. En primera línea se encontraba Rajoy, que inclinó la cabeza en forma de saludo a los Reyes. En esos momentos Zapatero departía con Javier Rojo y antes de abandonar el recinto protegido el presidente del Gobierno intercambió unas palabras con sus Majestades.
Toda la política está unida
El portavoz socialista en el Congreso, Diego López Garrido, quien también acudió al acto de homenaje a las víctimas, opinó en declaraciones posteriores a los medios que "este homenaje es un gesto muy bueno por parte de todos los representantes públicos ante un acto terrorista como el que sacudió Madrid".
"Pocas horas después de haberse enfrentado democráticamente en las elecciones generales, toda la política está unida, y éste es el mejor ejemplo que se puede dar a los ciudadanos y, desde luego, el mejor homenaje que podemos hacer a las víctimas y a sus familiares", continuó el socialista.
Sobre la falta de un consenso ante los últimos atentados de ETA y, en particular, tras la muerte del ex concejal socialista Isaías Carrasco el pasado viernes en Mondragón (Guipúzcoa), López Garrido recordó que "hubo un comunicado conjunto en el que todos coincidieron en lo esencial".
"Yo me quedo con que hubo una respuesta de las fuerzas políticas de todo el arco parlamentario haciendo frente al terrorismo sin fisuras y diciendo que la unidad democrática es el arma esencial para combatir el terrorismo", apostilló, subrayando que, "como hace cuatro años, el pueblo español ha estado a la altura de las circunstancias", finalizó.
Presencia de víctimas y familiares
En el banco de las víctimas se encontraban representantes de la Asociación 11-M Víctimas del Terrorismo que preside Pilar Manjón; la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo (AVT), Maite Pagazaurtundua; y el presidente del Foro de Ermua, Iñaki Esquerra; además de la mujer de Fernando Múgica, Mapi de las Heras, entre otros.
Pagazaurtundua, resaltó la importancia de actos de solidaridad con las víctimas del terrorismo como el que ha tenido lugar este mediodía en la plaza de Atocha porque, a su entender, la "unidad" contra la violencia es "un elemento de fortaleza" para el Estado.
En declaraciones a los medios al término de la ofrenda floral presidida por los Reyes en el monumento del 11-M, Pagazaurtundua señaló que su Fundación asistió al acto "para rendir un tributo de respeto y de cariño ante una manifestación tremenda de barbarie y de fanatismo".
"Creo que todos nosotros, como ciudadanos, sabemos que es muy importante realizar este tipo de actos porque los terroristas buscan amedrentar a la sociedad, y si la sociedad manifiesta simbólicamente en contra es un elemento de fortaleza. Hacerlo todos unidos es la mejor manera", agregó.
Dicho esto, Pagazaurtundua concluyó: "Todos hemos aprendido con el tiempo que la fortaleza contra el terrorismo y la determinación de derrotar a cualquier forma de fanatismo que encontremos en nuestra sociedad es algo que tenemos que encontrar ineludiblemente".
Cuando las autoridades terminaron de marcharse, algunos ciudadanos anónimos realizaron su propio homenaje dejando ramos de flores frente a la estación de tren de Atocha, tal y como miles de personas hicieron hace cuatro años en memoria de las víctimas de los trenes.
La mujer de uno de los heridos en el 11-M dio por cerrado el aniversario recordando que para las víctimas "aún es muy duro" pensar en ese día. "No lo olvidará nunca, y a veces este tipo de gestos son demasiado duros para soportarlo", explicó la señora, procedente de Ecuador, añadiendo que toda su familia se ha sentido "muy arropada" por la sociedad y las autoriades españolas en este tiempo.
A las 12.00 horas la comitiva salió y se encaminó a la 'posición de honor' situada frente el monumento por un pasillo habilitado a tal efecto que dividía en dos la zona en la que se situaban autoridades del Gobierno y representantes políticos. A uno y otro lado se colocaron varios miembros del Ejecutivo nacional como los ministros en funciones de Administraciones Públicas, Elena Salgado, de Defensa, José Antonio Alonso, de Fomento, Magdalena Álvarez, y de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.
Además, también estuvieron presentes en la tribuna de autoridades la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, junto al líder del PP, Mariano Rajoy, y al portavoz popular en el Congreso, Eduardo Zaplana, así como varios miembros del Gobierno autonómico como los consejeros de Transportes e Infraestructuras, Manuel Lamela; de Sanidad, Juan José Güemes; o de Presidencia e Interior, Francisco Granados.
Zapatero y Rajoy no se saludan
En el momento en el que Zapatero cruzaba el pasillo y pasaba junto al líder del PP, éste se encontraba de espaldas, con lo que no hubo saludo entre ellos. Rajoy se giró para mirar hacia el monumento, cuando Aguirre se situó a su lado y la comitiva de autoridades ya se encontraba en la 'posición de honor'. Era la primera vez que coincidían tras las elecciones generales del domingo.
Minutos después, los Reyes depositaron una corona de flores y laurel a los pies del monumento, para lo que familiares de las víctimas del terrorismo se pusieron de pie. Nada más terminar la ofrenda floral, los Reyes volvieron a la alfombra azul de las autoridades, y se colocaron entre Zapatero y Marín. En ese momento se inició el minuto de silencio de homenaje.
Entre los presentes se encontraban asimismo el líder del PSM, Tomás Gómez; el portavoz socialista en el Ayuntamiento, David Lucas; el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares; los portavoces de los tres partidos en la Asamblea de Madrid, Antonio Beteta (PP), Maru Menéndez (PSOE) e Inés Sabanés (IU), además de varios concejales de la capital como Concepción Dancausa, Miguel Ángel Villanueva, Juan Bravo y Manuel Cobo.
También se encontraban entre el público el ex alcalde de Madrid José María Álvarez del Manzano; varios secretarios de Estado como Trinidad Jiménez, Fernando Moraleda y Antonio Camacho; alcaldes de diversos municipios del Corredor del Henares y del sur de la región como Enrique Cascallana o Pedro Castro; y diplomáticos de Latinoamérica, Europa y Estados Unidos, así como el representante de la Santa Sede en Madrid.
Los presidentes de la Cámara de Comercio de Madrid, Salvador Santos Campano, y de CEIM, Arturo Fernández, junto con los rectores de algunas universidades madrileñas cerraban el elenco de autoridades.
Tras el minuto de silencio, los coros de la Capilla Real de Cataluña y de la Capilla Real de Madrid, al que pertenece la mujer de Zapatero, Sonsoles Espinosa, interpretaron 'Da pacen domine' del compositor estonio Arvo Part, dirigidos por Jordi Savall.
Ambas formaciones musicales se presentaron voluntariamente para interpretar este himno a la paz en el homenaje, en un evento que fue íntegramente organizado por Casa Real y al que acudieron varios centenares de curiosos que fueron vigilados de cerca en todo momento por un fuerte despliegue policial que cercó la plaza y cerró los accesos de Metro.
Antes de que comenzara el homenaje, mientras el medio centenar de periodistas que acudieron a cubrir el acto se situaba en la tarima colocada a tal efecto frente al monumento, Ruiz-Gallardón se acercó al coro y saludó al director de éste y besó a la mujer de Zapatero.
El acto concluyó pasados doce minutos del mediodía con un aplauso espontáneo de los presentes, tras lo cual la comitiva pasó junto a los representantes políticos para abandonar Atocha. En primera línea se encontraba Rajoy, que inclinó la cabeza en forma de saludo a los Reyes. En esos momentos Zapatero departía con Javier Rojo y antes de abandonar el recinto protegido el presidente del Gobierno intercambió unas palabras con sus Majestades.
Toda la política está unida
El portavoz socialista en el Congreso, Diego López Garrido, quien también acudió al acto de homenaje a las víctimas, opinó en declaraciones posteriores a los medios que "este homenaje es un gesto muy bueno por parte de todos los representantes públicos ante un acto terrorista como el que sacudió Madrid".
"Pocas horas después de haberse enfrentado democráticamente en las elecciones generales, toda la política está unida, y éste es el mejor ejemplo que se puede dar a los ciudadanos y, desde luego, el mejor homenaje que podemos hacer a las víctimas y a sus familiares", continuó el socialista.
Sobre la falta de un consenso ante los últimos atentados de ETA y, en particular, tras la muerte del ex concejal socialista Isaías Carrasco el pasado viernes en Mondragón (Guipúzcoa), López Garrido recordó que "hubo un comunicado conjunto en el que todos coincidieron en lo esencial".
"Yo me quedo con que hubo una respuesta de las fuerzas políticas de todo el arco parlamentario haciendo frente al terrorismo sin fisuras y diciendo que la unidad democrática es el arma esencial para combatir el terrorismo", apostilló, subrayando que, "como hace cuatro años, el pueblo español ha estado a la altura de las circunstancias", finalizó.
Presencia de víctimas y familiares
En el banco de las víctimas se encontraban representantes de la Asociación 11-M Víctimas del Terrorismo que preside Pilar Manjón; la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo (AVT), Maite Pagazaurtundua; y el presidente del Foro de Ermua, Iñaki Esquerra; además de la mujer de Fernando Múgica, Mapi de las Heras, entre otros.
Pagazaurtundua, resaltó la importancia de actos de solidaridad con las víctimas del terrorismo como el que ha tenido lugar este mediodía en la plaza de Atocha porque, a su entender, la "unidad" contra la violencia es "un elemento de fortaleza" para el Estado.
En declaraciones a los medios al término de la ofrenda floral presidida por los Reyes en el monumento del 11-M, Pagazaurtundua señaló que su Fundación asistió al acto "para rendir un tributo de respeto y de cariño ante una manifestación tremenda de barbarie y de fanatismo".
"Creo que todos nosotros, como ciudadanos, sabemos que es muy importante realizar este tipo de actos porque los terroristas buscan amedrentar a la sociedad, y si la sociedad manifiesta simbólicamente en contra es un elemento de fortaleza. Hacerlo todos unidos es la mejor manera", agregó.
Dicho esto, Pagazaurtundua concluyó: "Todos hemos aprendido con el tiempo que la fortaleza contra el terrorismo y la determinación de derrotar a cualquier forma de fanatismo que encontremos en nuestra sociedad es algo que tenemos que encontrar ineludiblemente".
Cuando las autoridades terminaron de marcharse, algunos ciudadanos anónimos realizaron su propio homenaje dejando ramos de flores frente a la estación de tren de Atocha, tal y como miles de personas hicieron hace cuatro años en memoria de las víctimas de los trenes.
La mujer de uno de los heridos en el 11-M dio por cerrado el aniversario recordando que para las víctimas "aún es muy duro" pensar en ese día. "No lo olvidará nunca, y a veces este tipo de gestos son demasiado duros para soportarlo", explicó la señora, procedente de Ecuador, añadiendo que toda su familia se ha sentido "muy arropada" por la sociedad y las autoriades españolas en este tiempo.