Solanillos albergará el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas
01/10/2010 - 09:45
Por: BEATRIZ PARIENTE
Esto podría suponer la jubilación de las instalaciones existentes en el zoo de la capital
La finca de Solanillos albergará el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas de Guadalajara que, en la actualidad, se localiza en el zoo capitalino. Así lo confirmaba ayer el delegado provincial de Medio Ambiente, Sergio David González, ante las declaraciones de desacuerdo vertidas por el concejal popular, Lorenzo Robisco.
El delegado recordaba que hace dos años representantes del Partido Popular se adhirieron a los objetivos marcados para la finca, entre los que quedaba claro la construcción de un centro de fauna y un centro de educación ambiental. Nos dimos cuenta de que la finca era un sitio ideal, donde podrían establecerse los voladeros y donde había mucho más espacio que en el del zoo, que está embutido por la ciudad, asegura González.
Por su parte, Robisco, acompañado por el direcctor del zoo, Fernando López Herencia, y por uno de sus veterinarios, Manuel López Fernández, pidió en rueda de prensa al delegado que reflexione, dé marcha atrás y firme el convenio que posibilita que el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas siga estando en Guadalajara capital. Y es que la intención de la Junta de Comunidades es prolongar dicho convenio sólo durante un año más, mientras se prepara la finca de Solanillos para albergar el nuevo espacio.
Para el delegado, el cambio de ubicación del centro de recuperación de fauna supone un pequeño porcentaje de la actividad del zoo, que tiene muchas más especies que las propias del centro de recuperación, como el lince o las nutrias. Además, subraya, queremos separar un zoo de un centro de recuperación de la fauna, cuya gestión además es de la Consejería y con personal propio, y que posee una finalidad distinta, de recuperación e integración en la naturaleza.
A juicio de Robisco, sin embargo, el traslado a Solanillos supondría un serio perjuicio para los animales, dado que el 80 por ciento de los que llegan al centro procede de un radio de 50 kilómetros. Sacar el centro de Guadalajara es un gravísimo error. Es un daño al centro, al zoo y a Guadalajara que no vamos a consentir, señaló Robisco. Desplazar a los animales, en su mayor parte aves, a Solanillos, que se encuentra a 180 kilómetros de distancia de la capital, les ocasionaría importantes trastornos y muchos no llegarían con vida, añadió.
La última vez que se suscribió este acuerdo de colaboración fue el 5 de diciembre de 2003 entre el entonces alcalde, Jesús Alique, y la consejera de Medio Ambiente, Rosario Arévalo. Su duración era de cinco años, con una aportación anual de 30.000 euros.
Por su parte, Robisco, acompañado por el direcctor del zoo, Fernando López Herencia, y por uno de sus veterinarios, Manuel López Fernández, pidió en rueda de prensa al delegado que reflexione, dé marcha atrás y firme el convenio que posibilita que el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas siga estando en Guadalajara capital. Y es que la intención de la Junta de Comunidades es prolongar dicho convenio sólo durante un año más, mientras se prepara la finca de Solanillos para albergar el nuevo espacio.
Para el delegado, el cambio de ubicación del centro de recuperación de fauna supone un pequeño porcentaje de la actividad del zoo, que tiene muchas más especies que las propias del centro de recuperación, como el lince o las nutrias. Además, subraya, queremos separar un zoo de un centro de recuperación de la fauna, cuya gestión además es de la Consejería y con personal propio, y que posee una finalidad distinta, de recuperación e integración en la naturaleza.
A juicio de Robisco, sin embargo, el traslado a Solanillos supondría un serio perjuicio para los animales, dado que el 80 por ciento de los que llegan al centro procede de un radio de 50 kilómetros. Sacar el centro de Guadalajara es un gravísimo error. Es un daño al centro, al zoo y a Guadalajara que no vamos a consentir, señaló Robisco. Desplazar a los animales, en su mayor parte aves, a Solanillos, que se encuentra a 180 kilómetros de distancia de la capital, les ocasionaría importantes trastornos y muchos no llegarían con vida, añadió.
La última vez que se suscribió este acuerdo de colaboración fue el 5 de diciembre de 2003 entre el entonces alcalde, Jesús Alique, y la consejera de Medio Ambiente, Rosario Arévalo. Su duración era de cinco años, con una aportación anual de 30.000 euros.