Solanillos reunió en la mañana del sábado a más de 500 padrinos en Mazarete

Aunque amenaba lluvia, el tiempo dio tregua y, aunque con chaqueta, la III Jornada de Padrinos de la Fundación Apadrina un Árbol transcurrió con un nuevo éxito. El complejo de educación ambiental Solanillos reunió ayer a más de 500 personas implicadas en este proyecto de recuperación medioambiental. Fueron sólo una pequeña representación de los 17.000 padrinos que están colaborando para ayudar a crecer nuevos árboles en la zona arrasada por el incendio hace tres años.
Los asistentes tuvieron la oportunidad de compartir un día juntos y demostrar su compromiso por el medio ambiente disfrutando de las instalaciones de este complejo, que ya está terminado y se inauguró oficialmente el pasado mes de marzo. Por estas instalaciones han pasado ya más de 4.000 personas y 50 colegios implicados en la educación ambiental.“Estamos encantados porque el índice de satisfacción de las encuestas realizadas revela que más del 90% de los visitantes se han mostrado muy satisfechos”, aseguró ayer el presidente de la Fundación Rayet, Félix Abánades. La apertura de los tres pabellones, el comedor y la cafetería, la sala de usos múltiples y las distintas zonas de ocio que dan vida a este complejo se ha convertido además en una fuente de empleo, pues en él trabajan en la actualidad 15 personas “la mayoría de ellos jóvenes que se han asentado en los pueblos de alrededor y así están contribuyendo al desarrollo económico de la comarca”.
El proyecto que ha empezado la Fundación, sin embargo, no acabará aquí, sino que tiene en proyecto la construcción de un centro de recuperación de animales y una granja escuela en las antiguas naves ganaderos, que, previsiblemente, estarán disponibles el próximo año. Abánades explicó ayer que el objetivo es crear una zona de campeo y otra veterinaria para recuperar a los animales enfermos para que vuelvan a su hábitat y aquellos que no lo consigan estarán bajo los cuidados de profesionales y disponibles para que los visitantes los conozcan. El presidente recordó ayer que este proyecto tiene un horizonte de entre cinco o diez años para consolidarse “pero está claro que tiene un gran futuro porque es un proyecto único y emblemático en España”. Esta iniciativa en la que hay más de 100 empresas implicadas y cada vez un mayor número de personas ha recibido este año el premio que la Fundación Mapfre concede a la mejor Actuación Ambiental.
Esta tercera jornada de padrinos contó ayer con la presencia del delegado de la Junta en Guadalajara, Luis Santiago Tierraseca, en el que fue su primer acto público; y la presidenta de la Diputación provincial, Mª Antonia Pérez León. Ambos coincidieron ayer en destacar la importancia y buen hacer de esta iniciativa de la que ambas instituciones son patronos.
Para el nuevo delegado de la Junta éste fue su primer acto público y según dijo ayer durante el acto de bienvenida, la primera reunión que mantuvo cuando asumió su nuevo cargo fue con los responsables de la Fundación Apadrina un Árbol. “Mi función por convencimiento y compromiso será contribuir e impulsar algo que me parece fundamental no sólo por la forma sino por el fondo”. Tierraseca se comprometió además “a impulsar si cabe todavía más un proyecto que es básico para la zona y la comarca, y muy interesante no sólo a nivel provincial sino nacional e internacional”. De la misma forma se comprometió públicamente a convertirse también en padrino, ya que hasta ahora no lo era.
Mª Antonia Pérez León, tras agradecer la colaboración de todos los padrinos y empresas por hacer realidad este proyecto dio un paso más e hizo un llamamiento a los asistentes para que difundan y den a conocer este lugar como futuro centro de reuniones de empresa o de otra índile allá por donde vayan. “Además de un proyecto educativo queremos que sea un proyecto rentable social y económicamente”. La institución provincial cedió estas instalaciones a la Fundación Apadrina un Árbol para convertirlas en el complejo que es hoy con la colaboración además del Gobierno regional. “Estamos muy motivados con este proyecto contándolo siempre que podemos y haciendonos partícipes de que la educación ambiental es importante para los jóvenes pero también para la sociedad en general”. La presidenta manifestó ayer su confianza de que este proyecto “sea un verdadero núcleo de desarrollo para la población y la economía de la zona de Molina, que le hace falta un empujón y un impulso mantenido”.