Solares vacíos en el centro
Sin protección los edificios colindantes están sufriendo en su estructura y las paredes del referido llevan demasiados años padeciendo los avatares del tiempo.
Hará ya más de diez años, tiempo en que las construcciones estaban en todo su auge, cuando en la calle Toledo entre los números 2-6 en hora muy temprana y con el correspondiente estrépito que asemejaba a una tormenta de verano, fue derruido un inmueble. Muchos vecinos se despertaron sobresaltados, pero pronto se dieron cuenta de que era el derribo de un inmueble el causante de los ruidos. Lo que a nosotros y a los vecinos de los números colindantes les pareció que sería la construcción de un nuevo inmueble resultó un solar en el que han crecido hierbas y otras malezas.
Después, pasado algún tiempo, se levantó una tapia que impedía ver la realidad de dentro. Los vecinos,hoy, ya sin tapia, siguen viendo con estupor que sobre las descarnadas paredes lindantes con el edificio a derecha e izquierda no se haya dado esa capa protectora que suele darse en estas circunstancias, para que no se dañen las paredes de los otros edificios. Cada día que paseamos por las calles de la ciudad vemos edificios que se derrumban, solares vacios, pero protegidas las paredes de los contiguos con esa capa de color blanco o amarillo.
Imaginamos que habrá responsables que se enterarán de estas cosas y tendrían que hacer algo al respecto. Sin esta protección los edificios están sufriendo en su estructura y estas paredes llevan demasiados años padeciendo los avatares del tiempo. El administrador de la finca se ha dirigido al Ayuntamiento pero el tema no solo no se resuelve sino que sigue enquistado, cada día con peor aspecto en esas paredes, mientras leemos que el Consistorio insta a los propietarios de solares vacíos a su cuidado bajo castigo de sanción. Aquí un cartel habla de una futura construcción que no llega. No parece tan complicado ponerse en contacto con los dueños del solar y más en pleno centro de la ciudad.