Solbes se opone a que el Gobierno rescate al ‘ladrillo’

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: COLPISA
El vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, se opuso ayer de forma “radical” a que el Gobierno acuda ahora al rescate del sector del ladrillo, que vive sus horas más bajas en años por el desplome de la demanda y los problemas de acceso al crédito.
El mensaje de Solbes contrasta con el que lanzara el pasado mes de octubre el propio jefe del Ejecutivo, José Luís Rodríguez Zapatero, quien en plena crisis por las hipotecas ‘subprime’ pidió a bancos y cajas que mantuvieran abierto el ‘grifo’ de la financiación a las inmobiliarias que, recordó, suponen un elevado porcentaje del empleo y la riqueza nacionales.
“¿Debemos, como algunos piensan actuar como en los viejos tiempos, dando respaldo a algunas empresas que han apostado de forma más atrevida que otras, lo que les ha permitido ganar mucho dinero y cuando las cosas les van mal es el Estado el que debe actuar?”, se preguntó Solbes. El propio ministro dio la respuesta: “desde luego no es mi filosofía, estoy en radical desacuerdo con esas ideas”. La afirmación intentaba zanjar la polémica desatada recientemente al conocerse que el G-14, el grupo de las mayores inmobiliarias del país, se había acercado al Instituto de Crédito Oficial (ICO) –organismo dependiente del Ministerio de Economía- para tantear eventuales apoyos públicos al sector. El presidente del ‘lobby’, Fernando Martín, ha apuntado en varias ocasiones que es lógico que las empresas se dirijan a “todos los actores” en busca de apoyos.
Solbes, que ofrecía una conferencia en la sede central de la Caja Vital en Vitoria, se refirió al panorama que vive el mercado inmobiliario y promotor para descartar cualquier situación de crisis. A su juicio, el sector atraviesa una desaceleración, en parte de “origen exterior y de carácter cíclico”, que de ninguna manera se puede calificar de “catástrofe”.

De este modo, Solbes rechazó la necesidad de que el Gobierno deba efectuar cambios significativos en su política económica. El ministro se mostró partidario de analizar “cualquier idea sensata” que pueda contribuir a paliar los problemas del ladrillo siempre que no pase por el hecho de que el Estado sustituya a las empresas “cuando a éstas les va mal”. “Eso es muy difícil de aceptar”, añadió.

Esa negativa está en línea con la postura mostrada el pasado 15 de enero por el director de la oficina económica de Moncloa, David Taguas, quien dijo que hablar de crisis le parecía “un chiste”, y que el Gobierno no había atendido ninguna petición de ayuda de promotoras e inmobiliarias. El mismo Taguas reconoció, sin embargo, que el frenazo del mercado de la vivienda supondría la destrucción de 345.000 empleos brutos.

Crédito razonable
Las palabras de Solbes y del asesor económico del presidente contrastan con la idea planteada el 15 de octubre del pasado año por Zapatero, convertido en ‘improvisado’ portavoz de las inmobiliarias. El jefe del Ejecutivo afirmó durante un foro-coloquio organizado por ABC que “la fortaleza del sistema económico aconseja que las entidades de crédito, aún manteniendo el principio de seguridad, estén abiertas para seguir manteniendo un nivel razonable de crédito en nuestro país, en particular para el sector inmobiliario”.
Uno de los problemas más graves que atraviesa el ladrillo es el acceso a la financiación. Como consecuencia de la crisis de liquidez que viven los mercados, los bancos prefieren no prestar dinero al tiempo que se apresuran a recoger el que prestaron en el pasado. Pero promotoras, constructoras e inmobiliarias –que han crecido de forma exponencial en los últimos años- acumulan créditos multimillonarios cuyo pago ahora les resulta mucho más complicado.