Somos el agua que bebemos


Las cifras del anterior año hidrológico fueron muy buenas.

Hoy más que nunca el agua es una cuestión de todos. La mejor manera de celebrar este Día Mundial del Agua es haciendo traslado a la sociedad de esta verdad irrefutable  Todos somos necesarios en el empeño de cuidar y preservar nuestros recursos, y el agua es nuestro principal recurso de vida. “Sin ti no hay MAS”  es uno de los mensajes de concienciación que trasladamos continuamente desde nuestra mancomunidad a los vecinos de los municipios mancomunados. De nada sirve invertir en la mejora de las infraestructuras de conducción, en la eliminación de fugas y en el tratamiento adecuado, y cada vez menos agresivo, del agua que consumimos, si en casa o en el trabajo nos dejamos el grifo abierto más de la cuenta o nos empeñamos en ensuciar y maltratar nuestros bosques y  cauces.”El agua no tiene memoria, por eso es tan limpia” escribía Gómez de la Serna. No tenemos derecho  a ensuciarla. La basura que arrojamos a nuestros ríos hay que eliminarla después para poder consumir el agua. Ese esfuerzo no solo cuesta dinero sino que supone un desgaste innecesario del medio ambiente. Vivimos en un mundo cada vez más globalizado, todos estamos conectados y en nuestro caso lo estamos también con el río Sorbe. Lo queramos o no, estamos conectados con esa red que se extiende desde la Sierra Norte de Guadalajara hasta Alcalá de Henares.

Las cifras del anterior año hidrológico fueron muy buenas. Este año esperamos que sean aún mejores. El 30 de septiembre de 2020, fecha  que indica oficialmente el fin de cada año hidrológico, teníamos  32,7 HM3 de  agua depositada  en el embalse de Beleña. Ahora tenemos más de 40 Hm3 almacenados. El gasto mensual aproximado de la MAS es de 4Hm3, los meses de mayor consumo que coinciden con los de temperaturas más elevadas. Vivimos un momento puntual de normalidad hidrológica optimista. Sin embargo, el crecimiento del Corredor del Henares, el desarrollo inmediato de polígonos industriales y residenciales, unido a la previsión de sequías continuadas y prolongadas, ocasionadas por el  cambio climático, nos obligan a todos a ser realistas y a ser previsores.

Desde la Mancomunidad de Aguas del Sorbe hemos solicitado al presidente de la Confederación Hidrográfica del Tajo que se incluya en el próximo Plan Hidrológico Nacional, que se aprobará a finales de este año, un aumento de la concesión de agua desde el río Sorbe para uso de nuestro territorio. No es una solicitud caprichosa, está  basada en las necesidades de los municipios. Se ha tenido en cuenta el crecimiento industrial y residencial en  base a proyectos reales, muchos de ellos ya en desarrollo. Hemos de ser previsores y actuar con antelación para no lamentarnos después.

Si disfrutamos viendo cómo el agua se suelta el pelo en las cascadas, parafraseado al poeta, debemos ser cuidados y hacer un uso responsable del agua. Las imágenes de nuestros ríos y embalses repletos de agua, desbordados o desahogando; las continuas lluvias de las que venimos disfrutando en las últimas semanas, trasladan una imagen engañosa de la realidad de nuestros recursos hídricos a medio y largo plazo. ¡Cuidado! El agua ni se crea ni se destruye, solo se transforma. Como todo bien necesario para la sociedad, como cualquier otra energía, debe ser cuidada  por el hombre en todo su ciclo vital de manera que nunca deje de aportarnos vida. El ciclo del agua nos obliga a emplear todos los recursos necesarios, sin alterar el medio ambiente de manera traumática, para aprovechar este recurso tan preciado y escaso, como es el agua dulce. Un agua que representa únicamente el 3% de la que existe en la Tierra y de ella, la mitad se encuentra congelada en glaciares y casquetes glaciares. Disponemos por tanto de un porcentaje muy pequeño. Somos agua, necesitamos el agua para sobrevivir y como no nos sobra ni una gota, siempre, siempre, tenemos que hacer un uso responsable y ahorrar hoy para no echarla en falta mañana.