Tamayo “rompió cráneos” para sentar las bases de un mundo justo e igualitario

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: MAR GATO. MADRID
Siglo Futuro inició con el teólogo una serie de charlas sobre filosofía
Guadalajara se convirtió en la noche de ayer en capital de la filosofía gracias a una nueva serie de conferencias integradas dentro del IX Ciclo Pensamiento y Sociedad, promovido por la Fundación Siglo Futuro, que en su primera entrega contó con un viejo conocido, el teólogo Juan José Tamayo, quien abordó con optimismo su difícil tarea de dar sentido y pie reflexivo a una magistral conferencia bajo el título Esperanza y utopía. ¿Otro mundo es posible.
La respuesta ante tal cuestión fue sí, aunque con muchos matices, apostilló Tamayo. “Otro mundo es posible siempre que cambien las condiciones en que se están dando los procesos en este mundo, es decir, otro mundo es posible siempre que se resuelvan los conflictos por vía pacífica a través de la no violencia; otro mundo es posible siempre que se establezcan relaciones de justicia, equidad y solidaridad entre los pueblos; otro mundo es posible a condición de que se respete la naturaleza y se salve el medio ambiente; otro mundo es posible siempre que la palabra igualdad se haga realidad y no sea solo una palabra retórica. Son muchas las condiciones que deben cumplirse para que otro mundo sea posible, pero ciertamente las dos palabras que mejor pueden posibilitar la realización de ese mundo posible son la utopía, como el diseño de un futuro mejor, y la esperanza, no solo como virtud, sino como un principio que rige y guía las relaciones humanas y las relaciones con el mundo”.
Conseguir un mundo mejor no será una tarea fácil, aunque tampoco lo será imposible. Los tiempos actuales, donde predomina el capitalismo neoliberal, no lo ponen sencillo para poner esas bases primigenias, aunque existen movimientos sociales, grupos alternativos, organizaciones religiosas emancipatorias, grupos ecológicos o movimientos feministas que comienzan a perfilarse como brotes de utopía y esperanza de que otro mundo es posible, aunque requieran aún de cierta conjunción para que emerja una nueva sociedad, un nuevo hombre y una nueva mujer que superen tantos siglos de discriminación, opresión y de explotación. “La capa de hielo es muy gruesa, pero debajo del hielo hay agua y ya empiezan a emerger por entre sus poros ese agua de la justicia y la libertad”, reseñó Tamayo, quien sentó anoche las bases de la sensibilización. Para ello no dudó en “quebrar” esas mentes instaladas en el neoliberalismo para darles la oportunidad de pensar en otro mundo posible más igualitario.