The Expanse, en busca de la magia perdida

03/02/2021 - 17:13 J. Pastrana

El final de la quinta temporada confirma el preocupante cambio de ritmo de una de las mejores series de ciencia ficción de este siglo... si no la mejor.  

Me encontré con The Expanse hace unos años, durante su paso por Netflix, y debo reconocer que me atrapó de una manera salvaje. Era Juego de Tronos en el espacio. Un Juego de Tronos mejor que la propia Juego de Tronos. Puede que sus personajes y tramas no tuvieran la misma profundidad, pero a cambio era mucho más dinámica y divertida. Sus tramas fluían y aquella incógnita, la dichosa protomolécula que aún no tengo claro qué es y tampoco es que me importe demasiado, era la excusa perfecta para asomarnos a los misterios del universo.

El elenco podía ser mejor de media, sí. ¿Y la producción? Pues a ratos también, a qué engañarnos. Pero era adictiva y, lo repito otra vez, dinámica y llena de ideas y situaciones.

Acogí el salto a Amazon con los brazos abiertos. Sus producciones otra cosa no, pero tenían pasta de sobra y, a mi juicio, eso era lo único que le faltaba a la serie -porque a Holden estaba feo cambiarle después de tres temporadas-. Y sin embargo, recién terminada la temporada 5, debo reconocer que la decepción me ronda la boca del estómago.

The Expanse nos había llevado de una punta otra del universo y enfrentado a un montón de misterios cósmicos. Y sin embargo, si en la temporada pasada ya centraba la mayor parte de su trama en único planeta, en ésta ha terminado de caer en la trampa de aquel referente que citaba al principio: Juego de Tronos, alargando hasta el agotamiento las tramas individuales de sus personajes principales y haciedo que el protagonismo pase de la ciencia ficción (los caminantes blancos) a la trama política. 

La serie que antes era puro dinamismo ahora se ha vuelto tremendamente estática. Sí, lucen mejor los escenarios –los efectos especiales de las naves tampoco han dado un salto de gigante-, pero esta temporada debo reconocer que he llegado a aburrirme. Una lástima, porque el último episodio vuelve a prometer esa fascinación galáctica que hace unos años me hizo morder el anzuelo y que al final de la temporada tres me dejó con el culo apretado, pero ya no tengo la misma fe porque la serie ha perdido su... magia.

The Expanse sigue siendo la mejor serie de ciencia ficción del momento… y del siglo, pero por Dios que recupere el espíritu perdido, porque se merece una sexta y última temporada memorable.