Todos los imputados en la muerte de Montoya tenían vínculos con Mondéjar

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

La localidad vivía ayer un día difícil, pese a la aparente normalidad.
Por: F.C.V. GUADALAJARA
Cuatro de ellos residen en la localidad y un quinto, en Velilla de San Antonio
Según ha podido saber este periódico, la Guardia Civil ha detenido a cinco de las seis personas presuntamente implicadas en el crimen del empresario mondejano Antonio Montoya, copropietario de Muebles Montoya, en una operación que se desarrolló entre la tarde del domingo y la madrugada de ayer y que aún sigue abierta.
Cuatro de los cinco detenidos –uno trabaja en la localidad de Albares- son presuntamente los que subieron a la casa de la madre, a la que robaron, entre otros efectos, dos relojes, y los que, posteriormente, participaron en el asesinato por asfixia de Antonio Montoya. Además, entre los implicados se encontrarían los que estuvieron apostados a las puertas del domicilio para disuadir a los delincuentes de la presencia de cualquier testigo o agente de la Guardia Civil.
Los capturados, cuatro hombres y una mujer, tienen una edad que oscila entre los 23 y 30 años. Al menos, según ha podido saber este periódico, hay seis implicados, de los que, a cierre de edición, habían sido detenidos cinco, en una operación desarrollada por la Guardia Civil, gracias a las pesquisas de la Unidad Orgánica de Policía Judicial. Uno de ellos, la única chica, fue capturada, según fuentes vecinales, hacia las cinco de la madrugada de ayer. Además, otro de ellos tuvo que ser asistido por una ambulancia, después de que se tirara por la ventana al observar la presencia de un grupo de agentes que se disponía a detenerle. Un tercero sería el novio de la chica, que llegó a trabajar por una temporada en Muebles Montoya.
También hay dos individuos implicados de etnia gitana. Al menos a uno de ellos se le habría practicado una detención en Mondéjar, mientras que su primo fue capturado en la localidad madrileña de Velilla de San Antonio.
Los vecinos no salen de su asombro. Ninguno esperaba que la mayoría fueran naturales y residentes en la localidad. Se comenta entre ellos que algunos ya tenían antecedentes, incluso con ficha policial. “Han realizado bastantes fechorías”, comentaba una persona mayor en la plaza del Ayuntamiento. Otra vecina respiraba aliviada debido a que “al final se ha hecho justicia, porque Antonio era buena persona y estaba libre de cualquier sospecha”. Añadía que, en contra de lo que se puede pensar, este hecho no ha obligado a cerrar con cerrojo las puertas de las casas: “Ya lo vengo haciendo desde hace al menos 20 años, desde que murió mi madre”, aseguraba mientras que otra vecina que le acompañaba asentía con la cabeza.
Muchos de ellos estaban social y familiarmente desestructurados. “Eran jóvenes e iban dando tumbos de un trabajo para otro. Ahora algunos estaban en paro”, asegura otro. La cara de consternación del alcalde, Aurelio González, reflejaba en un gesto el sentir del colectivo mondejano. “De confirmarse los hechos, supone una enorme tranquilidad, en primer lugar, para la familia, porque es una desgracia de la que no se va a recuperar nunca, pero por lo menos queda una cierta paz de que los culpables han sido detenidos”, asevera. “Si se confirma la investigación que está desarrollando la Guardia Civil, y los detenidos están implicados directamente, sentiría dolor, tristeza y mucha preocupación”. Se trata, indica, “de un pueblo pequeño, en el que todos nos conocemos, en el que una de sus características fundamentales es la tranquilidad y el conocimiento que tenemos unos de otros”. Sin embargo, cree que es preocupante el hecho de que pueda haber “un miembro de la comunidad implicado en el asesinato de otro vecino, porque es algo muy difícil para las familias afectadas, que acaba alcanzando a todos”. González cree que ahora “hay que estar con la familia, apoyarla en todo lo que podamos, y que se haga justicia”. Ahora está a la espera de que se aclare todo lo sucedido, “a que se sepa el nivel de involucración de cada uno de ellos y esté todo resuelto”.
“Sospechábamos totalmente de ellos desde el principio”, indica Javier Montoya, hermano de la víctima, quien añade que “creo que no le pensaban matar”, porque la situación les superó “y a mi hermano, que en paz descanse, no le llegaron a robar”. A su juicio, esta detención “supone un alivio relativo, porque el daño psicológico, moral y económico, ya que tuve que cerrar el negocio debido a que me tuvieron ingresar por una enorme depresión, no me lo puede reponer nadie”. Javier insiste en que el cierre de Muebles Montoya “tuvo mucho que ver con eso”.
“No es la primera vez que este grupo de vecinos comete fechorías, de hecho ya estaban fichados por la Guardia Civil de la localidad”, concluye.