Todos los Santos
No podemos, pues, por menos que dedicar este comentario a nuestros seres queridos que nos dejaron y que según nuestras creencias gozan ya de ese bienestar eterno al que todos los creyentes aspiramos.
Ya se ha iniciado este mes de noviembre que nos lleva al frío y al invierno y lo ha hecho con un cambio de tiempo total. Las Festividades de Todos los Santos y el recuerdo de todos los difuntos suelen ocupar páginas en su recuerdo…. Nosotros hoy queremos dedicar unas líneas a la venerable tradición de visitar las tumbas de nuestros antepasados o de las personas que hemos perdido, en este primero de noviembre, festividad de todos los Santos, muy arraigada tanto en la ciudad como en los pueblos, a donde muchos se desplazan ex proceso a realizar esta reconfortante visita. Tradición que cada año se repite con ese casi obligado desplazamiento a los cementerios. Los campo santos son punto de reencuentro familiar para visitar las tumbas de los fallecidos, ponerles algunas flores y rezar alguna oración, si creemos, por ellos. Tradiciones que esperamos sigan adelante siempre, aunque estos dos últimos años la dichosa pandemia haya limitado su celebración y el pasado lunes lo hayamos hecho con mascarillas y distancias con quienes nos encontrábamos.
No podemos, pues, por menos que dedicar este comentario a nuestros seres queridos que nos dejaron y que según nuestras creencias gozan ya de ese bienestar eterno al que todos los creyentes aspiramos. Merece, pues, la pena que en este ajetreado vivir, muchas veces convulso por una u otras circunstancias, nos detengamos y pensemos que todo ese ajetreo político y de muchas clases...puede apartarse un tanto y cumplir con la santa costumbre de visitar los cementerios y rezar, si somos creyentes por las almas de los que ya nos precedieron. No queremos ser pesados con el tema porque somos conscientes de que cada cual tiene sus creencias, y muy respetables. Tampoco vamos a extendernos en el tema, pues los sentimientos pertenecen al ámbito privado y aunque algunas veces se pongan de manifiesto como ocurre en este día de Todos los Santos, cada cual los tiene guardados dentro de sí. Lo que resulta evidente es que todos añoramos a quienes perdimos y que su memoria nos acompaña en estos primeros días de noviembre, de manera particular, y siempre porque el recuerdo está presente en los corazones.