Trabajo urge a cambiar la regulación de las pensiones
01/10/2010 - 09:45
Es urgente que los grupos parlamentarios alcancen un acuerdo con el Gobierno para conseguir mayor seguridad, rentabilidad y eficiencia del fondo de reserva de las pensiones, según apuntó ayer el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado.
El montante que garantiza el pago de estas prestaciones en momentos de declive económico era a 31 de diciembre de 2007, de 45.715,99 millones de euros. En febrero de 2008 hubo un nuevo ingreso de 4.700 millones, al que se sumó el pasado día 27 otra dotación idéntica. Es decir, la cuantía actual del fondo ronda los 55.200 millones de euros.
Sobre este sistema público de protección social, además, planean los negativos efectos del descontrol de los precios. Ante una inflación del 5,1%, como la adelantada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) para junio, la Seguridad Social tendría que actualizar en 3,1 puntos la nómina de las prestaciones, lo que elevaría su coste anual en más de 4.000 millones de euros. Cada décima que la desviación de los precios supere el 2% supondrá al sistema 72 millones de subida y otros 72 millones de consolidación del incremento. En este sentido, el mensaje del Gobierno es tranquilizador porque hay dinero para afrontar la revalorización de las pensiones.
Las declaraciones de Granado tuvieron lugar en la comisión parlamentaria encargada de renovar el Pacto de Toledo, acuerdo político suscrito en 1995 y revisado en 2003, encargado de velar por el futuro del sistema público y que ha servido de base para las últimas reformas de pensiones. El secretario de Estado se mostró prudente en su demanda para evitar el rechazo tajante del PP, tal y como ocurrió en la anterior legislatura.
A su juicio, es preciso invertir parte del fondo en renta variable, pero rehusó hablar de porcentaje y condiciones, circunstancias que apuntó deberán establecer por consenso los firmantes del futuro acuerdo. Una vez concluida su intervención, explicó en pasillos, que nadie debe entender que el Gobierno pretende sacar el fondo al parqué, sin más. Estamos hablando de buscar fórmulas de gestión más modernas y eficientes, insistió.
Sobre este sistema público de protección social, además, planean los negativos efectos del descontrol de los precios. Ante una inflación del 5,1%, como la adelantada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) para junio, la Seguridad Social tendría que actualizar en 3,1 puntos la nómina de las prestaciones, lo que elevaría su coste anual en más de 4.000 millones de euros. Cada décima que la desviación de los precios supere el 2% supondrá al sistema 72 millones de subida y otros 72 millones de consolidación del incremento. En este sentido, el mensaje del Gobierno es tranquilizador porque hay dinero para afrontar la revalorización de las pensiones.
Las declaraciones de Granado tuvieron lugar en la comisión parlamentaria encargada de renovar el Pacto de Toledo, acuerdo político suscrito en 1995 y revisado en 2003, encargado de velar por el futuro del sistema público y que ha servido de base para las últimas reformas de pensiones. El secretario de Estado se mostró prudente en su demanda para evitar el rechazo tajante del PP, tal y como ocurrió en la anterior legislatura.
A su juicio, es preciso invertir parte del fondo en renta variable, pero rehusó hablar de porcentaje y condiciones, circunstancias que apuntó deberán establecer por consenso los firmantes del futuro acuerdo. Una vez concluida su intervención, explicó en pasillos, que nadie debe entender que el Gobierno pretende sacar el fondo al parqué, sin más. Estamos hablando de buscar fórmulas de gestión más modernas y eficientes, insistió.