Tras 17 meses de conflicto, Lactalis-Nestlé firma su primer convenio colectivo

24/05/2018 - 20:28 Redacción

CCOO destaca el protagonismo fundamental para el acuerdo de la unidad y solidaridad demostrada por la plantilla, compuesta por cerca de 600 personas

Lactalis-Nestlé y los representantes de sus trabajadores han firmado hoy el primer convenio colectivo de la joint-venture láctea con sede en Marchamalo (Guadalajara), donde trabajan cerca de 600 personas, según ha informado CCOO en nota de prensa.

El convenio, con vigencia desde enero del pasado año 2017 hasta el final de 2020, ha requerido 17 meses de negociaciones, bloquedas tras los primeros siete y retomadas a primeros de 2018 tras un largo periodo de conflictividad, movilizaciones y huelgas, que se prolongó desde finales de septiembre hasta el pasado mes  enero.

En enero, en vísperas de un nuevo ciclo de huelgas, se llegó a un preacuerdo ante el jurado arbitral que sentó las bases las convenio firmado hoy; asumiendo la empresa compromisos firmes sobre las dos principales reivindicaciones del comité, que han sido en esencia las de CCOO: incremento de la masa salarial para recuperar poder adquisitivo y compromiso firme de avanzar hacia la equiparación de  retributiva de los diferentes colectivos de la plantilla.

“Ambos objetivos se han plasmado en el convenio, que introduce además mejoras en todas las materias y regula íntegramente, por primer vez en la historia de la planta, las condiciones laborales de la plantilla”, indicó Ángel León, secretario general de CCOO-Industria CLM.

“CCOO quiere destacar que para llegar al día de hoy ha sido fundamental la unidad, la solidaridad y la determinación de la plantilla, lo que lo hace si cabe más valioso un convenio que no es lineal, sino que mejora más a los que parten de más abajo”, subrayó por su parte Javier Morales, secretario general de CCOO-Industria en Guadalajara.

“Seguiremos luchando por erradicar las discriminaciones que todavia existen en Lactalis-Nestlè, pero valoramos muy positivamente el acuerdo porque esas diferencias se van a reducir sustancialmente a lo largo de la vigencia del convenio.”

Así, son los colectivos más desfavorecidos -los trabajadores del Centro de Distribución, alrededor de un tercio de la plantilla- los que serán incrementados en mayor proporción sus salarios, con subidas que a finales de 2020 se situarán en torno a un 15% por encima de lo que en estos años suba el IPC”

Los trabajadores de fábrica también tiene garantizada a lo largo de la vigencia del convenio una mejora salarial media de entorno al 3% por encima del IPC, mediante la creación y ampliación de pluses para compensar situaciones como la nocturnidad o el trabajo en sábados y festivos.

Diecisiete meses de negociación y conflicto, presión y negociación.

La regulación laboral de la antigua planta de Nestlé en Marchamalo se vino rigiendo por el convenio estatal de Industrias Lácteas y por sucesivos pactos de empresa, el último de los cuales caducó en 2016. Pero la venta-transferencia de la titularidad de la empresa, en 2007, de Nestlé a la joint venture “Lactalis-Nestlé”, el crecimiento orgánico, las sucesivas reorganizaciones de la actividad y los cambios impuestos por la empresa llevaron a que los distintos colectivos de trabajadores de la fábrica convivieran bajo una pluralidad de condiciones laborales y de escalas salariales.

Las negociaciones para regular las relaciones laborales mediante un convenio colectivo propio se iniciaron en enero de 2017, pero llegaron a un punto muerto antes del verano de ese año porque la empresa rehusaba entrar a negociar nada salvo una mera e inaceptable subida salarial.

En verano, los miembros del Comité (CCOO, UGT, CSIF y USO) redactaron una propuesta íntegra de convenio colectivo “con el que dar solución a los multiples problemas y conflictos que ocasiona la actual situación, además de comenzar a recuperar el poder adquisitivo y avanzar hacia la unificación de tablas mediante la progresiva reducción de las gravísimas diferencias retributivas que implican las diferentes escalas salariales”, según señaló entonces el secretario de la sección sindical de CCOO, Ángel Fernández.

En septiembre se retomaron las negociaciones, pero la inmovilidad  y la actitud dilatoria de la empresa forzó al comité a emprender una campaña de información y movilización de la plantilla, con sucesivas concentraciones en las puertas de la fábrica desde finales de septiembre hasta finales de octubre. Numerosos comités de empresa y secciones sindicales de CCOO de otras factorías de Marchamalo y del Corredor del Henares respaldaron con su presencia aquellas concentraciones

El 2 de noviembre, tras una nueva y frustrante reunión negociadora con la empresa, el comité planteó a la asamblea de trabajadores un calendario de paros de dos horas por turno durante cuatro días; propuesta que la propia asamblea endureció ampliando los paros a cuatro horas.

El 13 de noviembre se celebró sin acuerdo la mediación previa al inicio de las huelgas parciales, por lo que el comité formalizó la convocatoria de los paros para los días 21 y 23 de noviembre y 12 y 14 de diciembre.

La empresa comenzó entonces a multiplicar la convocatoria de reuniones y a lanzar sucesivas propuestas con la clara intención de dividir a la plantilla; pero tanto el comité como los trabajadores se mantuvieron unidos.

Las dos primeras jornadas de huelgas tuvieron un seguimiento unánime. El día antes de la tercera, la empresa movió ficha de forma significativa. Como rerspuesta y en señal de buena voluntad, el comité desconvocó los paros previstos para el 12 de diciembre, aunque mantuvo la convocatoria del 14.

Las reuniones que se sucedieron entre el 11 y el 13 de ese mes acabaron de nuevo en fracaso y los paros del 14 volvieron a tener un seguimiento unánime. El comité emplazó a Lactalis-Nestlè a tomar nota y anunció el endurecimiento del conflicto y la convocatoria de un nuevo ciclo de huelgas a jornada completa, para los días 11, 16 y 18 de enero, en caso de no tener una respuesta positiva por parte de la empresa.

Empresa y sindicatos volvieron a encontrarse en mediación ante el jurado arbitral el 4 de enero. Allí, finalmente, Lactalis-Nestlè asumió retomar las negociaciones partiendo de dos compromisos firmes:  incremento de la masa salarial para recuperar parte del poder adquisitivo perdido por los trabajadores; y avances sustanciales en la reducción de las discriminaciones entre los distintos colectivos de la plantilla.

La asamblea de trabajadores, con el 70% de los votos, ratificó este preacuerdo el 11 de enero; se desconvocaron las huelgas y las partes retomaron la negociación del convenio. “El acuerdo devuelve el conflicto a la mesa de negociación, pero los trabajadores acudirán ahora con mucho terreno ganado gracias a la confrontación”, indicó entonces el secretario general de CCOO-Industria en Guadalajara, Javier Morales.

Desde entonces, empresa y comité han mantenido varias reunidos, no exentas a veces de tensión, hasta cerrar el texto íntegro del 1er convenio colectivo de Lactalis-Nestlè 2017-2020, firmado hoy.