Treinta centros escolares participan en el programa Ecoescuelas de este curso

Doce centros se incorporan este curso al programa: CEIP José Maldonado y Ayuso, de Mondéjar; CEIP Gloria Fuertes, de Villanueva de la Torre; CEIP Los Olivos, de Cabanillas del Campo; CRA Serranía de Atienza (incluye Atienza, Cantalojas, Galve de Sorbe y Condemios de Arriba); IES Leandro Fernández de Moratín, de Pastrana; IES Ana María Matute, de Cabanillas del Campo; CEIP Alcarria, de Guadalajara; CRA Sierra Ministra (Alcolea del Pinar); CEIP Santa Brígida, de El Pozo de Guadalajara; CEIP La Senda, de Cabanillas del Campo; CRA José Luis Sampedro (Poveda de la Sierra), y CEIP Ciudad de Capadocia, de Trillo. Del curso pasado continúan: CEIP San Pedro Apóstol, de Guadalajara; IES Don Juan Manuel, de Cifuentes; IES Martín Vázquez de Arce, de Sigüenza; IES Alcarria Baja, de Mondéjar; IES Alejo Vera, de Marchamalo; CEIP Cristo de la Esperanza, de Marchamalo; CRA Sexma de la Sierra (Alcoroches, Alustante, Checa, Orea y Peralejos); CEIP El Coto, de El Casar; CEIP Castillo de Pioz; CEIP Virgen de la Granja, de Yunquera de Henares; CEIP San Antonio de Portaceli, de Sigüenza; IES Profesor Domínguez Ortiz, de Azuqueca de Henares; CEIP Las Castillas, de Torrejón del Rey; CRA La Encina, de Cogolludo (Arbancón, Campillo de Ranas, Carrascosa de Henares, Espinosa de Henares e Hita); CRA El Rincón de Castilla (Corduente, Tortuera, Villel de Mesa y La Yunta); CRA La Colmena (Albalate de Zorita, Almonacid de Zorita e Illana); CEIP San Francisco, de Cifuentes, y el IES Aguas Vivas, de Guadalajara.

El programa Ecoescuelas, que empezó en 2004 con cinco centros escolares, está coordinado por la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC) mediante un convenio al que la Diputación aporta 9.000 euros cada año; y demás dispone de cinco coordinadores de la Agenda21, ubicados en los Centros Comarcales, que están a disposición de las ecoescuelas para cualquier necesidad. El objetivo del programa es potenciar la educación ambiental en los centros educativos, animando a profesores, padres y, especialmente, alumnos a desarrollar un papel activo en la mejora del medio ambiente local. Las ecoescuelas trabajan sobre todo en temas básicos como agua, energía y residuos, aunque también abordan otros como consumo responsable, cooperación internacional o comercio justo.

Para participar en el programa, cada centro debe formar un Comité Ambiental, un grupo de trabajo con representación de alumnos, profesores, padres y, en ocasiones, responsables municipales o asociaciones locales. Sus funciones son establecer objetivos y actividades y supervisar los proyectos desarrollados. Posteriormente, se realiza una auditoría ambiental para analizar la situación de partida del centro y su entorno, detectando y analizando las necesidades de mejora y las prioridades ambientales. Los resultados sirven para elaborar un Plan de Acción Escolar que aborda alguno de los temas básicos (agua, energía y residuos) y establece objetivos, metas y un calendario de acciones para mejorar la sostenibilidad ambiental.

Paralelamente, se elabora el Código de Conducta o Decálogo de la Escoescuela, relacionado con el Plan de Acción y con el tema básico seleccionado. Este documento define los compromisos que asume la comunidad escolar de cara a un estilo de vida más respetuoso con el entorno, especialmente en el centro escolar. El control y evaluación se realiza cada año por técnicos de la Diputación y ADEAC, que realizan al menos dos visitas (una al inicio y otra al final de curso) a cada centro.