Un accidente de tráfico provoca el derrame de 6.000 litros de ácido sulfúrico en la A-2
01/10/2010 - 09:45

Por: J. PASTRANA. GUADALAJARA
Un fallo en el sistema de frenos provocó que un camión volcase en el enlace de la A-2 con la N-204. Aunque no se produjo ningún herido grave a consecuencia del accidente, si que se liberó parte de la carga del vehículo, unos 14.000 litros de ácido sulfúrico con un 51 por ciento de concentración.
Hasta el lugar de los hechos se desplazaron dotaciones de bomberos de Azuqueca de Henares; Sigüenza y Molina de Aragón, que tuvieron que utilizar el equipo especial para situaciones en las que hay sustancias peligrosas. Entre todos consiguieron controlar el vertido y voltear el vehículo, aunque ya había perdido unos 6.000 litros de su carga.
Fernando Saiz lleva transportando mercancías desde los 18 años. Ya tiene 61 y ayer se llevó uno de los sustos más grandes que ha sufrido a lo largo de su vida. Su camión volcó en el enlace de la A-2 con la N-204. Le falló algo en los frenos, recuerda, y perdió el control del vehículo. No reaccionaba. Al final terminó volcando, aunque sin consecuencias demasiado graves para él. Nunca llegué a perder la conciencia y lo más que tengo es un golpe en la cadera. Sin embargo, cuando se vio atrapado en la cabina del camión no respiró aliviado. Algo impedía que pudiera sentirse tranquilo: su carga. Transportaba 14.000 litros de ácido sulfúrico desde Bilbao hasta la central nuclear de Trillo y tenía miedo de que se hubiesen producido fugas. No le faltaban motivos para estar intranquilo, dos de los cuatro compartimentos estaban dejando escapar el peligroso líquido. Su prioridad era alejarse de allí. Si el líquido te coge, te deshace entero, asegura. La luna medio rota a consecuencia del accidente era la vía de escape más rápida para el veterano conductor. Terminó de romperla con sus propias manos y, tras añadir algún corte en los dedos a su lista de heridas, consiguió alejarse corriendo del camión. Eran casi las 11.00 horas, y tanto al cuerpo de Bomberos, como a la Guardia Civil y a los miembros de las unidades de Medio Ambiente y Mantenimiento de Carreteras les quedaban muchas horas de trabajo por delante.
Unas tres horas después del incidente, Aurelio Avellán, capitán del subsector de Tráfico de la Guardia Civil, calculaba que el tráfico permanecería cortado hasta las 19.00 horas. Tras cortar la fuga de ácido, había que volver a colocar el camión en su posición natural. Lo que todavía no estaba demasiado claro era si debía trasvasarse el resto de su contenido a otro vehículo o transportarlo en el interior del accidentado. Según indica el Oficial Jefe de Servicio del Consorcio Provincial de Bomberos, Agustín de la Herranz, la primera opción fue la de realizar el trasvase. Nosotros no tenemos una bomba capaz de hacerlo y le hemos pedido a la empresa una, pero no han sido capaces de suministrárnosla. Vista la situación, al final se apostó por voltear el vehículo cuanto antes, ya que de esta forma se podría evitar que el líquido continuase derramándose sobre la carretera.
El camión transportaba 14.000 litros de ácido sulfúrico con un 51 por ciento de concentración repartido en cuatro cubas independientes. Dos de ellas perdieron la práctica totalidad del líquido, unos 6.000 litros. Para detenerlo, los bomberos levantaron cuatro presas. Iba quemando la vegetación y dejando el suelo negro, declaró de la Herranz. Sin embargo, desde la Guardia Civil señalaron que el incidente no ha tenido graves consecuencias. Tal y como indica el Jefe de Servicio del Consorcio, el ácido reacciona con el agua, y desde ese punto de vista hemos tenido suerte de que no se haya producido ningún fuego. Otro de los peligros que podrían haber planteado es la creación de una nube tóxica, pero la situación no ha llegado a ser preocupante. El viento ha jugado a nuestros favor. Está diluyendo bien y no se ha provocado una nube de entidad ni de concentración elevada, explicó de la Herranz, además se la lleva a una zona en la que no supone ningún peligro para nadie.
Durante la realización de sus tareas, los bomberos utilizaron el equipo NBQ (Nuclear, Biológico, Químico), especial para este tipo de situaciones. Eso implica el uso de trajes antisalpicaduras y estanca gases y medidas de seguridad como la obligación de tomar duchas antes de quitarse los equipos. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron dotaciones de Azuqueca de Henares, Sigüenza y Molina de Aragón.
Fernando Saiz lleva transportando mercancías desde los 18 años. Ya tiene 61 y ayer se llevó uno de los sustos más grandes que ha sufrido a lo largo de su vida. Su camión volcó en el enlace de la A-2 con la N-204. Le falló algo en los frenos, recuerda, y perdió el control del vehículo. No reaccionaba. Al final terminó volcando, aunque sin consecuencias demasiado graves para él. Nunca llegué a perder la conciencia y lo más que tengo es un golpe en la cadera. Sin embargo, cuando se vio atrapado en la cabina del camión no respiró aliviado. Algo impedía que pudiera sentirse tranquilo: su carga. Transportaba 14.000 litros de ácido sulfúrico desde Bilbao hasta la central nuclear de Trillo y tenía miedo de que se hubiesen producido fugas. No le faltaban motivos para estar intranquilo, dos de los cuatro compartimentos estaban dejando escapar el peligroso líquido. Su prioridad era alejarse de allí. Si el líquido te coge, te deshace entero, asegura. La luna medio rota a consecuencia del accidente era la vía de escape más rápida para el veterano conductor. Terminó de romperla con sus propias manos y, tras añadir algún corte en los dedos a su lista de heridas, consiguió alejarse corriendo del camión. Eran casi las 11.00 horas, y tanto al cuerpo de Bomberos, como a la Guardia Civil y a los miembros de las unidades de Medio Ambiente y Mantenimiento de Carreteras les quedaban muchas horas de trabajo por delante.
Unas tres horas después del incidente, Aurelio Avellán, capitán del subsector de Tráfico de la Guardia Civil, calculaba que el tráfico permanecería cortado hasta las 19.00 horas. Tras cortar la fuga de ácido, había que volver a colocar el camión en su posición natural. Lo que todavía no estaba demasiado claro era si debía trasvasarse el resto de su contenido a otro vehículo o transportarlo en el interior del accidentado. Según indica el Oficial Jefe de Servicio del Consorcio Provincial de Bomberos, Agustín de la Herranz, la primera opción fue la de realizar el trasvase. Nosotros no tenemos una bomba capaz de hacerlo y le hemos pedido a la empresa una, pero no han sido capaces de suministrárnosla. Vista la situación, al final se apostó por voltear el vehículo cuanto antes, ya que de esta forma se podría evitar que el líquido continuase derramándose sobre la carretera.
El camión transportaba 14.000 litros de ácido sulfúrico con un 51 por ciento de concentración repartido en cuatro cubas independientes. Dos de ellas perdieron la práctica totalidad del líquido, unos 6.000 litros. Para detenerlo, los bomberos levantaron cuatro presas. Iba quemando la vegetación y dejando el suelo negro, declaró de la Herranz. Sin embargo, desde la Guardia Civil señalaron que el incidente no ha tenido graves consecuencias. Tal y como indica el Jefe de Servicio del Consorcio, el ácido reacciona con el agua, y desde ese punto de vista hemos tenido suerte de que no se haya producido ningún fuego. Otro de los peligros que podrían haber planteado es la creación de una nube tóxica, pero la situación no ha llegado a ser preocupante. El viento ha jugado a nuestros favor. Está diluyendo bien y no se ha provocado una nube de entidad ni de concentración elevada, explicó de la Herranz, además se la lleva a una zona en la que no supone ningún peligro para nadie.
Durante la realización de sus tareas, los bomberos utilizaron el equipo NBQ (Nuclear, Biológico, Químico), especial para este tipo de situaciones. Eso implica el uso de trajes antisalpicaduras y estanca gases y medidas de seguridad como la obligación de tomar duchas antes de quitarse los equipos. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron dotaciones de Azuqueca de Henares, Sigüenza y Molina de Aragón.