Un cadáver de una mujer hallado en el Duero
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
Los análisis realizados por el Instituto Nacional de Toxicología sobre unos restos humanos hallados en el río Duero en 2006, han confirmado que se trata de Pilar Andrés Molina, de 52 años y vecina de Laguna de Duero (Valladolid) que permanecía en paradero desconocido desde hacía dos años.
El pasado 1 de marzo el marido de esta mujer, Alejandro B.T, de 51 años fue detenido, como responsable de este suceso, después de que la hermana de Pilar denunciara en febrero su desaparición. Finalmente el preso se suicidó en su celda.
Fue el pasado 16 de febrero, cuando después de dos años, la hermana de la víctima, residente en Barcelona, denunciaba la desaparición de Pilar. Como resultado de las investigaciones, la Guardia Civil detuvo al marido de la fallecida como sospechoso. Desde un principio se barajó la posibilidad de que la mujer hubiera sido asesinada o enterrada de manera ilegal, con el fin de cobrar la pensión que esta venía percibiendo.
Así, el sospechoso fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 6 de la capital donde, a preguntas del juez , explicó que su mujer se encontraba fuera de España en una clínica inglesa para recibir tratamiento por una enfermedad degenerativa, en concreto ataxia cerebral, y que no podía dar la razón del lugar en el que se encontraba porque su pareja se lo había prohibido. Sin embargo esta declaración no convenció al juez, y ordenó su ingreso en prisión.
Fue el pasado 16 de febrero, cuando después de dos años, la hermana de la víctima, residente en Barcelona, denunciaba la desaparición de Pilar. Como resultado de las investigaciones, la Guardia Civil detuvo al marido de la fallecida como sospechoso. Desde un principio se barajó la posibilidad de que la mujer hubiera sido asesinada o enterrada de manera ilegal, con el fin de cobrar la pensión que esta venía percibiendo.
Así, el sospechoso fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 6 de la capital donde, a preguntas del juez , explicó que su mujer se encontraba fuera de España en una clínica inglesa para recibir tratamiento por una enfermedad degenerativa, en concreto ataxia cerebral, y que no podía dar la razón del lugar en el que se encontraba porque su pareja se lo había prohibido. Sin embargo esta declaración no convenció al juez, y ordenó su ingreso en prisión.