Un cambio en el modelo de financiación, una fiscalidad especial y banda ancha para los pueblos, recetas contra la despoblación

27/11/2019 - 14:22 Javier Pastrana

Interesantes reflexiones de distintas personalidades en el congreso sobre la despoblación que está teniendo lugar este miércoles en el Parador de Sigüenza. 

El Parador de Sigüenza acoge este miércoles el congreso Despoblación: Un reto político ( y poético), en el que han sido inevitables las referencias al Manifiesto de Sigüenza, aprobado el 14 de diciembre en este mismo escenario en el desarrollo del Foro por el Desarrollo Rural que organizó Nueva Alcarria con los cinco grupos de acción local de la provincia.

 

La alcaldesa de Sigüenza, María Jesús Merino, apuntó que ya hay medidas en las que se está trabajando, como la reducción de la brecha digital, en la que está firmemente comprometido el Gobierno regional; la mejora de la fiscalidad y la cotitularidad de las explotaciones agrarias; la reforma de la Lotau, en la que la Consejería de Fomento también está  trabajando para facilitar la implantación de empresas en el medio rural; y la mejora de la financiación autonómica y local, en la que todos los asistentes al congreso coincidieron que deben introducirse modificaciones. También dijo que el problema de la despoblación tiene una solución complicada,pero tres fueron los elementos que se repitieron, junto a Merino, en numerosas intervenciones: la necesidad de cambiar el modelo de financiación, de hacer una fiscalidad especial para el medio rural y de llevar la banda ancha a todos los pueblos. 

 

El presidente de la Diputación, José Luis Vega, no olvidó la necesidad de abordar esas reformas fiscales, a las que previamente en su intervención se había referido también el vicepresidente Martínez Guijarro (información que publicamos en otra noticia relacionada)  porque “no es lo mismo tener un comercio en un pueblo pequeño, que en la Gran Vía, pero los impuestos sí son los mismos”. Así, Vega recordó que  “la especie humana está en peligro de extinción en los pueblos” y que, de hecho, “ya ha desaparecido de algunos de ellos y si todas las administraciones no nos ponemos de acuerdo, desaparecerán más”. En este sentido, Vega citó ejemplos de países en los que se ha conseguido frenar el proceso de despoblación, como Irlanda. “Pongámonos a trabajar” y recordar a la gente que “no hay mejor calidad de vida que la que tienen los pueblos”.


El presidente de Tragsa, Jesús Casas, reclamó también que  “El modelo económico que tenemos se basa en la centralización. Cambiar eso es muy difícil porque no tenemos que cambiar algunas cosas, tenemos que cambiarlo todo. Si no lo hacemos, este país seguirá funcionando, pero no será mi país”. Casas considera que la sociedad española está a punto de atravesar un punto de no retorno porque “somos la última generación rural. Estamos en el borde de una ruptura” porque al perder la conexión con el medio rural “estamos perdiendo identidad, Cuando explico a mis hijos cómo es mi país, no lo entienden”. Ese proceso no ha surgido de forma casual si no que ha surgido de un proceso que ha ido denostando la vida rural a favor de la urbana y concentrando la riqueza en Madrid y las costas, mientras el centro del país se va despoblando. “Un país vacío puede funcionar, pero será otro país (…) Yo quiero que la economía no se concentre en determinados lugares, porque eso genera tensiones secesionistas, quiero un país homogéneo en el que en todas partes se viva bien”. Para ello, además de ese acuerdo de país, considera que será necesario “ponernos las gafas de la ruralidad, porque si no, todo lo que hagamos va a favorecer a los urbanos y cada vez el medio rural estará más vacío”.


Frente a esta advertencia, la alcaldesa de Sigüenza, María Jesús Merino, recordó que la ilusión y el empeño de los emprendedores puede imponerse a los obstáculos que hay en el medio rural. Como ejemplo de ello citó los dos restaurantes con Estrella Michelín que hay en la ciudad del Doncel, especialmente el de la Granja de Alcuneza, “situado en un pueblo que en invierno casi no tiene ni 12 personas, pero que da empleo a 25”.


Por su parte, el presidente de Paradores, Óscar López, lanzó tres interesantes reflexiones. En la primera de ellas, invitó a todos los asistentes a hacer  “un poco de autocrítica, porque se ha invertido mucho dinero y no todo bien”. También se preguntó si ¿”es más sostenible la vida en el campo?”, con familias en bloques de viviendas frente a un modelo en el que predominan las casas individuales repartidas por el municipio. Y por último, lanzó una advertencia: “Electoralmente, cuidado cuando se hable de reforma electoral, no vaya a ser que provincias pequeñas como las nuestras tengan menos voz” mientras se refuerzan los territorios con más población.


La jornada contó también con la presencia de Hugo Morán Fernández, secretario de Estado de Medio Ambiente. En su intervención, además de recalcar la necesidad de invertir en el medio natural para garantizar el futuro de los pueblos, también dejó cifras, conocidas pero que merece recordar. La primera, que el 90 por ciento de la población del país, más de 42 millones de personas, se concentran en 1.500 municipios que ocupan en el 30 por ciento del territorio. Además, acapan el 90 por ciento de las inversiones estatales. Esto supone que en el 70 por ciento restante de la superficie del país, donde el índice de población se sitía en torno a los 14 habitantes por kilómetro cuadrado, recibe solo un 10 por ciento de las inversiones estatales.