Un centenar de terrazas se reparten por la capital con la llegada del verano

Tapear y descansar en una terraza al sol son un reclamo turístico cada vez más consolidado y, también, una tradición arraigada en los hábitos de la ciudadanía. Con la llegada del verano, Guadalajara se sube también al carro de esta forma de asueto y relación social desplegando un centenar de terrazas que van desde los tamaños más familiares hasta los dimensionados para la concentración de decenas de clientes, como el caso de las terrazas del parque de La Concordia, el parque de San Roque o el Parque Fluvial, cuyos propietarios han optimizado al máximo el espacio que circunda sus negocios para sacar el máximo provecho a la temporada de verano. Y es que, de hecho, los beneficios que obtienen los hosteleros durante esta época son, con mucho, los más lucrativos del año, aunque siempre permanecen ligados a las condiciones del tiempo que, en esta primavera, no han sido propicias para el negocio. Las últimas semanas de lluvias han aguado las expectativas de muchos hosteleros que, sin embargo, pretenden recuperar la temporada ahora que el verano parece haberse instalado definitivamente en el calendario.

La proliferación de nuevos residenciales, fundamentalmente en Aguas Vivas y Los Valles, ha incrementado la cifra de terrazas con respecto a la registrada en años precedentes, superando ya el centenar. A las zonas nuevas se suman las terrazas de toda la vida, concentradas en el eje que cruza el centro de la ciudad, como las de los parques de La Concordia y San Roque. El concejal de Infraestructuras Viarias, Jaime Carnicero, asegura que hace años la plaza Mayor también contaba con mesas y sillas para el disfrute de los alcarreños y confía en que, una vez que culminen las obras del futuro parking subterráneo de esta plaza, “tendremos la posibilidad de recuperar el centro y volver a disfrutar de una terraza en este punto”, ya que este tipo de iniciativas “ayudan a revitalizar el casco histórico, que es lo que queremos”, agrega.
Pagar un metro cuadrado de ocupación de terreno público le cuesta a sus propietarios, por tratarse de plazas, un total de 3,29 euros al mes. Estas tarifas se encuentran especificadas en la Ordenanza Fiscal Reguladora de la Tasa por Ocupación de Terrenos de Uso Público por Mesas y Sillas con Finalidad Lucrativa, donde aparece, además, que si la ocupación comprende plazos inferiores a 15 días o menos, los hosteleros pagarán la mitad de la cuota correspondiente al mes completo. Ocupar un metro cuadrado de una calle de primera categoría tiene un coste de 1,26 euros, mientras que una calle de segunda categoría cuesta 0,65 y una de tercera categoría 0,45 euros, según establece el mapa de calles que los técnicos del Ayuntamiento utilizan para cotejar los precios de cada te.