Un conato de incendio obliga a desalojar los juzgados de la plaza de Beladíez

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

El pasado mes de febrero se producía un desalojo en los juzgados a causa de un aviso de bomba. (Foto: PZ)
Por: BEATRIZ PARIENTE
De nuevo una falsa alarma ha vuelto a obligar al desalojo de los 190 funcionarios de los juzgados de la plaza de Beladíez. Al parecer, el olor a quemado asustó a los trabajadores que se encontraban en una de las plantas superiores del edificio hacia las 11.00 horas.
De inmediato, los funcionarios decidieron llamar a los bomberos para dar aviso de que podía estar produciéndose un incendio en las instalaciones. Así, dio comienzo el proceso de evacuación del edificio que, tal y como comenta, Carlos Loscertales, presidente de la junta de personal de la Administración del Justicia de Guadalajara, “se realizó con normalidad”. Tanto los funcionarios como los ciudadanos que, en esos momentos, se encontraban realizando trámites en el Registro o en los propios juzgados abandonaron el edificio ordenadamente y en pocos minutos todos ellos se encontraban fuera, a la espera de averiguar la dimensión final del suceso. Los bomberos se personaron en los juzgados a los pocos minutos y un oficial subió hasta la planta donde se había percibido el olor a quemado localizando el foco en la resistencia de un fluorescente, que se había quemado. Tras realizar la pertinente inspección y observar que no se había prendido llama alguna en el inmueble, los bomberos comunicaron a los funcionarios que ya podían regresar a sus puestos.
Entre la llamada telefónica y la vuelta al trabajo transcurrieron unos 45 minutos de desconcierto entre los funcionarios que, no obstante, están empezando a acostumbrarse a este tipo de situaciones de emergencia.

Antecedentes
El pasado mes de febrero, en plena huelga de funcionarios de Justicia, la Policía Nacional mandó desalojar las instalaciones ante el aviso de bomba recibido por una de las trabajadoras. Dicho aviso provocó la suspensión de la actividad en el edificio durante una hora y media, actividad que ya se había visto seriamente mermada por la propia convocatoria de huelga. El juez decano de Guadalajara, José Eduardo Martínez, aseguraba entonces que la evacuación se había producido sin incidentes, aunque el nerviosismo era palpable en el ambiente. Dos perros guía, acompañados por la Policía Nacional se encargaron de desechar la posibilidad de que se hubiesen colocado explosivos en el edificio. Con ironía, Carlos Loscertales recuerda que los funcionarios empiezan a acostumbrarse a desalojar el edificio ya que, también a principios del año 2007 se produjo un conato de incendio que obligó a evacuar las dependencias para garantizar la seguridad de trabajadores y usuarios.