Un debate con 48 propuestas y 59 interrupciones
01/10/2010 - 09:45
Por: EUROPA PRESS
José Luis Rodríguez Zapatero presentó el triple de propuestas para el futuro que Mariano Rajoy en el debate de este lunes. El presidente del Gobierno adquirió 36 compromisos para la próxima legislatura por 12 de Mariano Rajoy. El cara a cara se caracterizó, además, por las interrupciones entre los candidatos, y en este terreno salieron casi empatados.
El aspirante socialista se entrometió en el turno de palabra de su oponente o hizo comentarios en voz baja en 30 ocasiones, mientras que el presidente del PP tuvo ese comportamiento en 29 ocasiones.
Se esperaba un cara a cara de propuestas para los próximos cuatro años y lo fue a medias. Hubo compromisos, pero entre que no había novedades y que el fragor del duelo las eclipsó, pasaron casi desapercibidos. Rodríguez Zapatero puso sobre la mesa hasta 36 ofertas de futuro en los más variados capítulos, desde la creación de dos millones de empleos, de los 1,2 millones serán para mujeres, a la llegada del tren de alta velocidad a todas las comunidades antes de 2012.
El candidato socialista también se comprometió, entre otras cosas, a subir el 30% el salario mínimo interprofesional, elevar las pensiones mínimas a 850 euros al mes para los jubilados con cónyuge, y a 710 en caso de viudedad; incremento de 140.000 agentes en las plantillas de las fuerzas de seguridad; 300.000 guarderías infantiles; 200.000 becas para estudiar inglés en el extranjero; y la ampliación de la banda ancha de Internet. El problema es que todo sonó a conocido porque no hubo ninguna propuesta que no se hubiera presentado a lo largo de la precampaña y la campaña. No hubo conejo sacado de la chistera a última hora para pasmar al personal.
Rajoy, que también tenía un buen morral de compromisos, no siguió el mismo camino. Se limitó a plantear una docena de propuestas de futuro, aunque algunas de una vaguedad extrema, como la de incrementar las inversiones en infraestructuras y educación o alcanzar un pacto para derrotar a ETA. En el apartado de lo concreto, ofreció una ley para garantizar la educación en castellano en cualquier punto de España; la exención del pago del IRPF a quienes ganen menos de 16.000 euros al año; y una nueva ley de haciendas locales. Como en el caso de su oponente, nada nuevo bajo el sol porque todo formó parte de la subasta de la precampaña y la campaña.
Para muchos, el debate fue tenso de cara a las cámaras, pero lo cierto es que así fue también cuando éstas estaban apagadas. A juicio de la moderadora, Olga Viza, en el intermedio, cuando el debate se cortó para dar paso a la publicidad, el silencio entre los dos candidatos se cortaba con cuchillo, aunque ambos estuvieron cordiales y charlaron entre sí sobre León antes y después de la emisión. Resumen de la noche del lunes según Viza: Un debate muy difícil.
A la moderadora pareció no convencerle el arranque del cara a cara, porque se pareció demasiado al debate del día 25 y hubo gente que pudo pensar que estábamos ante lo mismo y desconectó. Respecto a las críticas que ya ha recibido por haber permitido las interrupciones de uno a otro, la periodista señaló que trató de permitir que fluyera el debate, lo que para unos puede ser bueno, para otros malo.
Se esperaba un cara a cara de propuestas para los próximos cuatro años y lo fue a medias. Hubo compromisos, pero entre que no había novedades y que el fragor del duelo las eclipsó, pasaron casi desapercibidos. Rodríguez Zapatero puso sobre la mesa hasta 36 ofertas de futuro en los más variados capítulos, desde la creación de dos millones de empleos, de los 1,2 millones serán para mujeres, a la llegada del tren de alta velocidad a todas las comunidades antes de 2012.
El candidato socialista también se comprometió, entre otras cosas, a subir el 30% el salario mínimo interprofesional, elevar las pensiones mínimas a 850 euros al mes para los jubilados con cónyuge, y a 710 en caso de viudedad; incremento de 140.000 agentes en las plantillas de las fuerzas de seguridad; 300.000 guarderías infantiles; 200.000 becas para estudiar inglés en el extranjero; y la ampliación de la banda ancha de Internet. El problema es que todo sonó a conocido porque no hubo ninguna propuesta que no se hubiera presentado a lo largo de la precampaña y la campaña. No hubo conejo sacado de la chistera a última hora para pasmar al personal.
Rajoy, que también tenía un buen morral de compromisos, no siguió el mismo camino. Se limitó a plantear una docena de propuestas de futuro, aunque algunas de una vaguedad extrema, como la de incrementar las inversiones en infraestructuras y educación o alcanzar un pacto para derrotar a ETA. En el apartado de lo concreto, ofreció una ley para garantizar la educación en castellano en cualquier punto de España; la exención del pago del IRPF a quienes ganen menos de 16.000 euros al año; y una nueva ley de haciendas locales. Como en el caso de su oponente, nada nuevo bajo el sol porque todo formó parte de la subasta de la precampaña y la campaña.
Para muchos, el debate fue tenso de cara a las cámaras, pero lo cierto es que así fue también cuando éstas estaban apagadas. A juicio de la moderadora, Olga Viza, en el intermedio, cuando el debate se cortó para dar paso a la publicidad, el silencio entre los dos candidatos se cortaba con cuchillo, aunque ambos estuvieron cordiales y charlaron entre sí sobre León antes y después de la emisión. Resumen de la noche del lunes según Viza: Un debate muy difícil.
A la moderadora pareció no convencerle el arranque del cara a cara, porque se pareció demasiado al debate del día 25 y hubo gente que pudo pensar que estábamos ante lo mismo y desconectó. Respecto a las críticas que ya ha recibido por haber permitido las interrupciones de uno a otro, la periodista señaló que trató de permitir que fluyera el debate, lo que para unos puede ser bueno, para otros malo.