Un delincuente se lesiona al lanzarse por la ventana
01/10/2010 - 09:45
Por: ANTONIO OJEA. COLPISA
Un conocido delincuente, Marcos Pombar López, alias Fitipaldi, especializado en el robo de coches con los que protagonizó varias espectaculares persecuciones de la Policía, intentó huir en la madrugada del domingo al lunes del hospital Xeral Calde, de Lugo, amenazando a una enfermera con un gancho metálico.
Su fuga terminó a los pies de una ventana por la que trataba de escaparse del centro hospitalario.
Fitipaldi había sido ingresado en la unidad de custodia del hospital, con heridas producidas en una pelea con armas blancas. Sobre las cuatro de la madrugada, hizo sonar la alarma pidiendo ayuda porque se le había soltado la vía intravenosa. Marcos Pombar logró reducir a la enfermera que acudió a su llamada, amenazándola con un gancho metálico del soporte del gotero y exigiendo al policía que custodiaba la puerta que le entregara su arma. El agente, consciente de que, según el reglamento, tenía el arma descargada, se la entregó logrando la liberación de la enfermera. Fitipaldi, entonces, quitó el seguro al arma y comenzó a disparar, naturalmente sin éxito, enzarzándose en una pelea con el agente y logrando huir hasta una ventana del primer piso por la que se arrojó al vacío.
La última persecución de Fitipaldi, esta vez sin coches, terminó con su reingreso hospitalario.
Fitipaldi había sido ingresado en la unidad de custodia del hospital, con heridas producidas en una pelea con armas blancas. Sobre las cuatro de la madrugada, hizo sonar la alarma pidiendo ayuda porque se le había soltado la vía intravenosa. Marcos Pombar logró reducir a la enfermera que acudió a su llamada, amenazándola con un gancho metálico del soporte del gotero y exigiendo al policía que custodiaba la puerta que le entregara su arma. El agente, consciente de que, según el reglamento, tenía el arma descargada, se la entregó logrando la liberación de la enfermera. Fitipaldi, entonces, quitó el seguro al arma y comenzó a disparar, naturalmente sin éxito, enzarzándose en una pelea con el agente y logrando huir hasta una ventana del primer piso por la que se arrojó al vacío.
La última persecución de Fitipaldi, esta vez sin coches, terminó con su reingreso hospitalario.